Contigo vivo en la victoria del espíritu
Doctor Rendic, Santo del Alma, esta mañana, mientras la ciudad amanece lentamente confieso que, desde que he seguido vuestra huella en la poesía, la prosa y fundamentalmente, las acciones de tu larga vida de hombre bueno , evidenciada por los más inspiradores testimonios, en multitudes de antofagastinos, mi alma se acrecienta en el camino de la victoria del espíritu ; es decir, desde mi imperfección y pequeñez humana, cada día y cada noche, como si fuera el último segundo de vida, intento: "Vivir en el A-mor".
Antonio, Caballero del Alma, hoy, en mi lectura eterna, he descubierto que la palabra Amor, que nace desde la escritura "A-mor", originalmente significa: A=Sin, Mor=Muerte; es decir, "Sin Muerte". Es que amor, que en nuestro concepto tradicional es amar al otro (hijos, esposa, padres, amigos, mascotas, naturaleza) es, en realidad la fuerza más poderosa del universo, es lo que une a todos, el vínculo entre nosotros y todas las criaturas vivas; es decir, energía absoluta que permite la unión de todo, incluso une el puente entre la vida y la muerte.
Antonio Rendic, embajador de la solidaridad, contigo he descubierto que, mientras más terribles son las circunstancias a vivir, más grandes son las victorias de vida a ganar. Incluso, cuando nos rebelamos ante el dolor, el duelo, las enfermedades, el hambre, las oscuridades y hasta lo impensado y jamás imaginado, es sólo una oportunidad más de transformar todo aquello en un tesoro de luz, amor y sabiduría; cuando sufrimos, si somos débiles, nos destruye; pero, si alimentamos el espíritu, allí trascendemos y abrimos las puertas del cielo, para renacer.
Antonio, Tú, en tu grandeza científica y espiritual, nos enseñasteis la unidad de Ciencia y Espíritu. Hoy, he descubierto también que, como tú, también lo afirman otros Médicos, como Andrew Newberg y Mark Robert Waldman en su obra "Cómo Dios cambia nuestro cerebro", señalando textualmente "Nuestros descubrimientos neurológicos han demostrado que, diferentes tipos de meditación y oración, afectan de diferente manera y cada una presenta efectos beneficiosos en nuestras funciones neurológicas y nuestra salud emocional…"; es decir, claramente, mientras más nos involucremos en prácticas espirituales y de oración, más control ganaremos sobre nuestro cuerpo, mente y destino. Dicho de otro modo, de nosotros depende vivir en la desesperanza en un mañana o en la felicidad de tiempo en esplendor, camino de luz hacia el vuelo de la libertad.
Santo de la sanación del cuerpo y del alma, todos debemos aprender que la sanación implica liberar nuestras cargas y oscuridades, transmutar lo malo y vivir en el gozo de la luz, que es la búsqueda final. Luz es A-mor, sin muerte, amor incondicional.
Amigos Lectores, seguidores de esta columna en la Santidad de Antonio, recordemos que la Felicidad es estar conectado con la Luz, y allí, nos encontraremos con Dios.
Entonces; ¿Qué duda hay en que Dios es el mejor regalo que la vida puede darnos? ¡Entonces , os invito a vivir en la victoria del espíritu!
un santo para antofagasta