'Caso Mateo': sin condenados a un año de impactante crimen
TRAGEDIA. El único imputado por el homicidio es su padrastro, Cristián Riquelme, quien está preso en la cárcel concesionada.
Ayer se cumplió un año del trágico fallecimiento del pequeño Mateo Exequiel Riquelme Tejada (2), quien según la investigación policial, habría sido asesinado brutalmente por su padre no biológico Cristián Riquelme de 30 años, quien se encuentra recluido en la cárcel concesionada de Antofagasta, a la espera de la realización de su juicio en el Tribunal Oral en lo Penal de Calama.
Este caso impactó profundamente a la comunidad calameña, la cual todavía espera que se haga justicia con el autor o autores del macabro crimen.
Asimismo y como es de costumbre en estos casos, las personas espontáneamente, para recordar a este niño, levantaron una gran animita en el sector de la Quebrada de Quetena, lugar donde fue encontrado su cuerpo sin vida. Además, su tumba en el cementerio municipal de Calama se ha trasformado en lugar de devoción para cientos de loínos.
Desaparición
El 6 de diciembre del año pasado, Cristián Riquelme y su hermana Carolina Riquelme, llegaron cerca de las 21 horas a la 1ª comisaría de Carabineros de Calama para denunciar la desaparición del pequeño Mateo, cuando jugaba con su primo en el parque 21 de Mayo.
De inmediato se informó del caso al Ministerio Público, el que instruyó a las policías realizar una masiva búsqueda por el sector, empadronando a todos los vecinos, además de buscar pista en el espacio de recreación del cual se había esfumado, sin obtener resultado positivos en los primeros días de su desaparición.
La madre de Mateo, Karen Tejada, había dejado a su hijo al cuidado de su pareja, ya que ella debía cumplir una condena de un mes en el Centro de Detención Preventiva por un delito menor.
Al salir se encontró con que su hijo estaba perdido, por lo que también se sumó a las labores de búsqueda y junto a su pareja de ese entonces, se trasladaron hasta San Pedro de Atacama.
En el turístico poblado y luego de consumir bebidas alcohólicas, la pareja se dirigió a la residencial donde se estaban alojando y una vez en la habitación sostuvieron una discusión, la que concluyó con la agresión de Riquelme en contra de la mujer.
Tal fue la violencia que utilizó que incluso le sacó una pieza dental a la madre de Mateo, por lo que ella salió del dormitorio pidiendo ayuda, siendo auxiliada por la recepcionista del lugar, quien tomó contacto con la 2ª comisaría de Carabineros de San Pedro de Atacama, para dar cuenta del delito, siendo el agresor detenido.
Riquelme fue sentenciado por el delito de lesiones menos graves en contra de Tejada a 541 días de presidio efectivo, pena que se sumaría a la que le otorguen por su responsabilidad en la muerte del menor -si se demuestra culpabilidad-, que puede ir desde los 15 años a la cadena perpetua.
Pesquisas
Tras no haber pistas de lo sucedido con el niño y algunas contradicciones en las versiones entregadas, el fiscal a cargo del caso, Raúl Marabolí, decidió el 16 de diciembre de 2014 realizar una reconstrucción de escena en parque 21 de Mayo.
Tras varias horas de diligencias policiales, Riquelme llevó a los investigadores a la Quebrada de Quetena, indicando donde estaba el cuerpo sin vida de Mateo, aunque no reconoció su participación en su fallecimiento.
De acuerdo a los antecedentes recabados por la policía y Fiscalía, los hechos habrían ocurrido de la siguiente manera: El 6 de diciembre del 2014 Riquelme habría llegado a la pieza que arrendaba en el sector poniente, compró pasta base, cocaína y bebidas alcohólicas, y por razones que se investigan le propinó un fuerte golpe en la cabeza al menor, no se sabe si un combo o con un elemento contundente, lo que le provocó un traumatismo encéfalo craneano y lo hizo convulsionar, vomitar y que su nariz sangrara. El sospechoso drogado y en estado de ebriedad se habría desesperado y para evitar que siguiera esparciendo fluidos corporales en el lugar, le puso un pañal desechable, acelerando la muerte del niño.
Una vez en estado de lucidez, el imputado se percató que Mateo ya no tenía signos vitales, por lo que tomó la decisión de envolverlo en el cobertor de la cama llevarlo hasta la Quebrada de Quetena y lo enterró.
También habría llevado consigo las sábanas y prendas de vestir de él y del pequeño, las que estaban sucias con restos orgánicos.