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Una cosa es asumir que el plantel quería quedarse con el torneo de apertura y la otra es asimilar que por no conseguir el objetivo, la actual plantilla de Cobreloa bajó los brazos. Autocrítica y expectativas es lo que se resume en el balance que hacen tres de los principales aportes dentro del alto número de incorporaciones que hizo el cuadro loíno en junio pasado: Nahuel Pansardi y Walter Gómez.
Y ni siquiera hay doble discurso a la hora de catalogar en números lo que se logró en el pasado torneo. "La palabra fracaso es muy fuerte, hicimos las cosas bien al principio y las cosas mal al final porque llegamos en un nivel más bajo a la llave con Everton. Pero si consideramos que este club era uno de los favoritos y en un momento del torneo nosotros confirmamos ese cartel, no ganar el apertura sí se puede tomar como un fracaso y sin volverse locos", admite Nahuel Pansardi.
Pero cree que aún la ilusión está intacta. "De seguro deben llegar refuerzos y creo que cuando llegamos, el objetivo era uno sólo y bien claro. Luchar todo pero tener como meta el ascenso. Temuco está a siete puntos pero en este campeonato, cuando pierdes un partido se te puede complicar todo. Nosotros queremos alcanzarlos y vamos a pelear por eso".
Y dado el "corte" de varios elementos del plantel, el "Bochita" tiene claro que esa misma condición de no ganar el torneo motiva una poda mayor a nivel de plantel. "Sabemos que si hubiésemos terminado más arriba, esto de jugadores que no seguiría no pasaba con tantos compañeros".
Sobre lo mismo, el trasandino reconoce que "andaba una lista que la dieron cuando nos echábamos yendo, siempre duele cuando se van compañeros. Hay que buscar lo mejor para su futuro y si deben partir uno les desea lo mejor".
Pansardi no le carga responsabilidades a la inestabilidad dirigencial del club como efecto de la campaña. "No creo, a los que son de acá probablemente les podía perjudicar porque están más inmersos en el entorno del club. Creo que en lo único en que se falla con eso es en no organizativo, en el tema de los viajes. Uno tiene que enfocarse en el fútbol y en eso lo dirigencial es secundario. Hay que mirar en lo que se hizo bien y se hizo mal por cada uno dentro de la cancha", finalizó.
Quería más
Walter Gómez no ocultó su pesar por cómo concluyó el semestre. "Asumo que quedé desilusionado por el final, con mucha bronca tras la eliminación pero estos días sirven para descansar y pensar en todo lo que va a venir".
El defensor central, otro de los rescatables de la campaña asume que "cuando uno hace el balance, por ese lado claro que se queda muy contento cuando escucha que está bien evaluado por la hinchada y la gente. Pero no nos alcanzo en lo grupal y eso me da mucha impotencia. En el fútbol, a nadie le sirve andar bien solo porque finalmente esto es grupal y de acuerdo a lo que queríamos, no se logró de lo que pensábamos. Ahora hay que llegar mentalizados en todo lo que viene".
Gómez no oculta el sueño del plantel. "Todos tenemos una idea y es la misma que cuando llegamos y el grupo se estaba ensamblando. Queremos devolver a Cobreloa a primera división, para eso nos trajeron".
¿Con tabla acumulada o ganando la liguilla del clausura y la posterior final entre campeones? Gómez asume que la forma da lo mismo. "La idea es subir, estamos en Cobreloa y este semestre vamos con todo. Se seguro, los refuerzos que van a venir van a tener la presión igual que nosotros. Este torneo marca la hora de la verdad y hay que poner toda la carne en el asador. Temuco no es inalcanzable y tenemos la obligación de estar arriba y clasificar a la liguilla", cerró.
2 goles anotó Pansardi desde los doce pasos, sumándole uno en la definición con la UC en Copa Chile.
3 jugadores alternaron con Gómez en la dupla de centrales: Sanhueza, Ahumada y Guerrero.