Padre de Aliro Álvarez queda en 'shock' al enterarse que el caso cierra tras 15 años
TRIBUNALES. Investigación del crimen de empresario antofagastino concluye con una acusación de homicidio contra el principal sospechoso del caso.
Una dolorosa mañana tuvo Aliro Álvarez (73), padre del ingeniero en computación y empresario Aliro Álvarez Armijo, quien fue asesinado cuando tenía 30 años. Tras enterarse del cierre de la investigación por el homicidio de su hijo, y que tras 15 años de proceso habrá una acusación por el crimen, Álvarez no tuvo fuerzas para terminar su jornada laboral en el taller de reparaciones, Fukushi, ubicado en Avenida Argentina.
Uno de los trabajadores y compañero de Aliro, quien prefirió resguardar su identidad, contó que "él (Álvarez) había ido en la mañana, como las 10 a comprarse un té, volvió con el diario, lo leyó en el segundo piso, donde comemos las colaciones, y después bajó. Se sentía mal y se fue faltando poco para las 11 horas, estuvo unos 40 minutos acá".
Según el compañero, para el padre de Aliro fue triste e impactante enterarse sobre el cierre de la investigación que dictó el Tercer Juzgado de Letras, que estableció una acusación por homicidio calificado contra Israel Álvarez Tapia.
"Como compañeros esto también nos afecta, porque deberían informarle sobre el cierre de la investigación, y que no se haya enterado por terceros, porque él siempre andaba preguntando cómo avanzaba el caso", dijo el compañero de Aliro en el taller.
Al preguntarle cómo se encontraba Álvarez, agregó que "él estaba tranquilo igual, si pasaron 15 años y no se puede volver atrás, pero así es Antofagasta, se investigan casos y nunca se cierran", manifestó el trabajador.
Por su parte, Hiroshi Fukushi, jefe del trabajador de 73 años, comentó que "él siempre seguía el caso, por eso era algo inesperado que se haya enterado de esa forma, de igual esto nos afecta como compañeros de él".
Desaparición
El joven Aliro Álvarez desapareció el 13 de julio de 2001 luego de salir de su domicilio del sector Bonilla. Ocasión en la que le dijo a su madre, Leonor Armijo, que volvería pronto y que lo despierten temprano al otro día.
Pero a los dos días, Leonor interpuso una denuncia por presunta desgracia en la policía. Casi en paralelo a ello, Israel Álvarez Tapia, ordenó el no pago de 25 cheques que tenía el desaparecido empresario en esa época.
Posteriormente, la familia se querella contra Álvarez Tapia y el 23 de agosto de ese año la FACh se une a la búsqueda de Aliro, mientras continuaban realizándose pericias y allanamientos sin resultados.
A fines de septiembre, Álvarez Tapia sale de Chile en dirección a Ecuador, donde permanece por más de seis años.
El 22 de abril de 2003 la causa de Aliro quedó sobreseída temporalmente, al agotarse las líneas de la investigación, pero eso cambió el 15 de diciembre de 2005, cuando un recolector de basura encontró los restos del desaparecido en Roca Roja, lo que obligó a reactivar el caso.
A raíz de esto, Álvarez Tapia es deportado desde Ecuador y detenido el 16 de febrero de 2007 en el Aeropuerto de Santiago, pese a ello goza de libertad bajo fianza.
Luego de 15 años, el Tercer Juzgado de Letras de Antofagasta cerró la investigación acusando a Álvarez Tapia, noticia que dejó en shock al padre de Aliro.
"No puedo hablar porque estoy muy afectado, por eso me retiré antes de mi trabajo. Ahora tendremos una reunión familiar con mi hijo (Alexis) y el martes vamos a definir qué haremos, disculpe", dijo el Álvarez al ser entrevistado por este Diario ayer en la mañana.
Dos impactos de balas en la cabeza
Dos impactos de bala tenía Aliro Álvarez Armijo, de 30 años, en la parte posterior de su cabeza cuando fue hallado su cuerpo. Éstos habrían sido perpetrados en una vivienda de Israel Álvarez Tapia de calle Valdivia, cuando ambos se reunieron -presumiblemente- para discutir sobre la deuda que mantenía Israel con Aliro, según el relato del abogado de la familia de Aliro, Jorge Cortés-Monroy. Posteriormente, cuando Aliro estaba desaparecido, la policía encontró los 25 cheques que sumaban más de 17 millones de pesos emitidos por Álvarez Tapia en la oficina de Aliro, monto que no pudo ser depositado por orden de no pago.