Marco Reinike abre la puerta de su departamento con dificultad. El estar en silla de ruedas complica su desplazamiento, pero pese a esto no puede borrar su sonrisa de su cara mientras nos recibe.
Hace 30 días sufrió un grave accidente en la sexta etapa del Rally Dakar 2016, en el cual resultó con múltiples fracturas. "La saqué barata", comenta el piloto antofagastino mientras se acomoda en su living.
A mitad de mes fue operado de sus lesiones y aún no puede caminar, pero eso no es impedimento para soñar, y "amenazar" que irá por la revancha.
¿Cómo se encuentra luego de las operaciones?
-Ahora estoy mejor de ánimo, lo peor ya pasó. Ya me operaron y hace poco me sacaron los corchetes de la operación de la clavícula. Además me quebré el arco de la cara pero ya está todo solucionado.
Iba muy bien antes del accidente...
-Venía muy bien en esa etapa. Me estaba acercando al puesto 50 que era mi objetivo para esa primera semana. Yo sabía que la segunda semana era mi fuerte porque había más desierto. Solamente quedaban dos días para eso.
¿Pero durante la carrera no hubo problemas?
-Tuve un pequeña caída en el punto de control dos. Empecé a remontar, pero sabía que debía calmarme.
Accidente
¿En qué circunstancias ocurrió el accidente?
-Vi a dos pilotos a lo lejos, el polvo que tiraban con la meta. Pase a uno, pero cuando intento pasar al segundo me meto en la estela del polvo que va tirando su moto, entonces no veía bien. Y en una recta plana me abro y acelero a fondo, logro salir de la estela de polvo y me encuentro con un zanja. Venía muy fuerte pero trato de salvarla.
¿A qué velocidad ibas?
-A uno 140 o 150 kilómetros por hora.
¿No pudo evitar la zanja?
-No, levante la rueda delantera pero con la trasera le pego a una roca. Me mueve la cola y logro bajar la de adelante logrando acelerar pero me encuentro de frente con una reja y no tenía forma de sacármelo, solo atiné a agacharme para no pegarme con los alambres y así salí volando.
¿A cuantos metros cayó?
-A unos 20 metros aproximadamente. Lo malo es que caí en otra zanja azotando toda la parte izquierda del cuerpo.
¿Perdió el conocimiento?
-Nunca perdí el conocimiento pero hay ciertas cosas que no recuerdo. El instinto natural fue pararme y levantar la moto para seguir. Así que me levanté con toda la adrenalina del momento. Camino dos pasos y me doy cuenta que hay algo extraño en el pie y empiezo a sentir de a poco un dolor y ahí me siento.
¿No había sangrado?
-No, nada, solo dolor. Fue ahí cuando meto la mano en la chaqueta y siento un hueso fuera de su lugar y quebrado que era la clavícula. Ahí, más que el dolor había pena al saber que el Dakar se terminó.
¿Quien lo socorrió?
-Me quedo sentado unos minutos y llega un piloto que venía muy asustado porque de sde lejos vio todo lo que me pasó. Él pesó que estaba muy grave por lo que activó la alarma y llamó de inmediato al helicóptero. Se acercó y se quedó un rato. Con mucho cuidado me saqué el casco y ahí empecé a sentir un bombeo en la cara con mucho dolor.
Por lo que usted cuenta el helicóptero se demoró...
-Un poco. Ahí llegó otro piloto chile, Cristóbal Guldman. Yo creo que esperamos cerca de 20 minutos los que se hicieron una eternidad.
¿Cuales fueron los primeros auxilios entregados por los médicos?
-Ellos estabilizaron el tema de la clavícula con una cintas. Me sacaron la bota y me subieron al helicóptero y fuimos a buscar a otros dos pilotos que estaban accidentados. Uno de esos era Ignacio Casale. De ahí partimos a Uyuni con un dolor insoportable.
Familia
¿Cómo reaccionó su familia al saber del accidente?
-Fue un francés de la organización que con un teléfono satelital se comunicó con mi familia cuando estábamos ya en Uyuni. Él le explicó que tuve un grave accidente pero que estaba fuera de peligro.
Después usted habló con su madre...
-Así es, le expliqué que había tenido un accidente, que me había quebrado una clavícula pero no le conté lo del arco de la cara para no preocuparla.
¿Cómo fue esa noche en Uyuni?
-Rara. Pude dormir porque estaba con medicamentos pero pensaba que había tenido mucha suerte en terminar vivo y lo otro es que Uyuni otra vez me dejaba fuera del Dakar.
Al día siguiente empieza el retorno...
-Así es. Fui a Salta y después de dos días llegué a Antofagasta para operarme.
¿Cuanto dura la recuperación?
-Si todo sale bien, en febrero estaría dando los primeros pasos y en marzo a hacer una vida normal.
¿Competirá en el Dakar 2017?
-Esto pasó recién, falta la recuperación, pero lo que más quiero es la revancha en el 2017, más aún si pasa por Chile. Mi rehabilitación se enfocará en estar.
"La noche después del accidente pensaba que tenía mucha suerte en seguir vivo y que Uyuni otra vez me dejaba fuera del Dakar.".