Llacolén: el conflicto aún no resuelto entre residentes de edificios top y los carpistas
VERANO. Familias acampan hasta por dos meses frente a zona costera de alta plusvalía.
Llacolén es un nombre de origen mapuche y significa calma. Así fue bautizada la extensa playa que se ubica hacia el sur de Antofagasta y que es ahora un punto de encuentro para decenas de carpistas.
Hasta hace algunos años ese sector no era utilizado para residencias, sin embargo, ahora la masiva presencia de veraneantes genera más de un conflicto, dado que hay varios proyectos inmobiliarios y por la zona ya hay vecinos que pagaron altísimas sumas de dinero para residir en ese apartado punto de la ciudad.
Hay opiniones divididas. Por un lado los vecinos del sector argumentan que la presencia de carpistas principalmente durante la época estival genera contaminación, basura, desórdenes, peleas y consumo de alcohol.
Falta camping
Por su parte, los veraneantes se defienden señalando que la playa es uno de los pocos espacios públicos gratis que están quedando, y por lo tanto, no tienen otra alternativa para disfrutar del verano.
La deportista y emprendedora Constanza Rueda considera que el hecho que los carpitas lleguen al sector que ya está urbanizado, y no tengan las condiciones apropiadas para disfrutar de un camping, cada día más afectan la playa y el entorno. "
Agregó que "esto nos lleva a estar en un playa sucia sin tener el derecho que todos los ciudadanos deberíamos tener. Pienso que si existieran los recursos necesarios para implementar los sectores adecuados para el camping, no habría problema, pero acá no es así, entonces mientras no ocurra esto cada personas es responsable".
A su juicio, deberían habilitar baños y duchas, pero no frente a donde vive la gente que invierte por vivir en uno de los departamentos que están en construcción.
"Puedo decir que en el verano la playa se contamina mucho más porque la gente no tiene educación, cultura. Hacen fogatas y ensucian. Hay una capa de 30 centímetros que es de hollín, clavos, contaminación pura de tantos años de fogatas", dijo.
Comodidades
Por lo general -relató- la gente tiene buen comportamiento, y no se advierten grandes problemas de convivencia en el sector. Hay personas que llegan los jueves y se van los domingos. Hay otros que se quedan semanas y otros simplemente acaman durante un mes.
Junto a su familia hace un par de años que llega a la playa Llacolén. La comerciante Gloria Sánchez asegura que es una buena opción para su enfermedad y para la distracción de toda la familia.
"Ahora estamos preparados porque compramos un baño químico.El agua la traemos, lo mismo que la comida. La pasamos bien acá y es algo beneficiado para nosotros porque ayuda a nuestro presupuesto, porque estar acá es gratis. Nos reunimos como familia, jugamos a la pelota y cuidamos el entorno", explicó.
Aseo
Angel Vielma, auxiliar, dice que desde la Dirección de Aseo y Ornato del municipio tienen la orden de retirar todos los días la basura que acumulan los carpistas en esa playa. "Estamos preocupados por evitar situaciones que podrían generar problemas a la gente. Pasamos todos los días temprano para recoger los desperdicios. Los veraneantes suelen dejar acá mesas, sillas y otros enseres que debemos retirar. Pasamos de lunes a domingo", sostuvo.
El trabajo comienzo a las 7.30 horas y se prolonga hasta las 2 de la tarde. Cubren las playas que se ubican desde el Balneario Municipal hasta el Huáscar.