Agencias
La posible salida del Reino Unido de la UE ("Brexit") y la masiva llegada de refugiados a Europa se suman por primera vez a la lista de amenazas a la economía mundial del G20, que incluye la caída de los precios de las materias primas, la volatilidad en los flujos de capitales y los mercados y el auge de tensiones geopolíticas.
Los ministros de Finanzas del G20 así lo establecieron en la declaración que emitieron ayer al cierre de su encuentro de dos días en Shanghai, China, donde se comprometieron a impulsar un crecimiento económico que permita dejar atrás la crisis financiera internacional, más allá de los estímulos monetarios.
En la declaración constataron los crecientes riesgos que debilitan la recuperación económica mundial y la voluntad del grupo de las economías desarrolladas y emergentes por atajarlos, aunque no detallaron cómo lo harían.
Los nuevos riesgos
En el texto, califican como "conmoción" para la economía mundial la potencial salida de Reino Unido de la UE ("Brexit"), que podría ocurrir tras el referéndum del próximo 23 de junio.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, explicó en una rueda de prensa que el "Brexit" apareció en las discusiones del G20 "tan pronto como las reuniones empezaron de forma efectiva".
Aunque en los borradores iniciales de la declaración no salía el "Brexit", fue incluido en la final por la "incertidumbre" que crea esta posibilidad.
En declaraciones a los periodistas, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, consideró que sería "malo" que el Reino Unido dejara el bloque europeo tanto desde el punto de vista de ese país como desde una perspectiva comunitaria.
"España apoya la permanencia, no solamente por el tamaño del Reino Unido como economía, sino por la influencia positiva que siempre tiene sobre las decisiones comunitarias", dijo y añadió que cree que se trata dentro de un "sentimiento generalizado" en la UE y el G20.
Desaceleración
Para superar el sombrío panorama, el G20 enfatizó la necesidad de usar "todas las herramientas" monetarias, fiscales y estructurales "individual y colectivamente".
Las intervenciones de los bancos centrales son insuficientes por sí solas para generar un "crecimiento sostenible", pero tienen que apoyar una actividad económica que necesita de "políticas fiscales flexibles" para reactivarse, dice el texto.
Incluso con unos tipos de interés cercanos a cero en la mayoría de las economías desarrolladas, la economía global da signos de ralentización que han reavivado los temores de una posible recaída en otra recesión.
Otros acuerdos del G20
El documento del G20 aporta compromisos más concretos en contra de la manipulación de los tipos de cambio con fines competitivos y para potenciar las inversiones y la construcción de infraestructuras, para la que apuesta por los nuevos bancos de desarrollo multilaterales. Además, el grupo acordó intensificar los esfuerzos para eliminar todas las fuentes, técnicas y canales de financiación terrorista y a aumentar la cooperación en el intercambio de información al respecto.