Iván Teillier
Lecturas ediciones 175 páginas
$10.000
iván Teillier nació en Angol en 1940. Fue el tercer hijo de los siete que tuvieron un contador de impuestos internos y una dueña de casa.
Vida y obra de Iván Teillier, el hermano trágico de Jorge
"No creo que me corresponda decirlo, pero cuando llegue el tiempo será reconocido como un gran narrador", escribió Jorge Teillier en 1994 refiriéndose a su ya fallecido hermano Iván. El vaticinio se cumplió dos décadas más tarde con la edición de su obra novelística ("Novelas") compuesta por "El piano silvestre", "Mañana el viento", "Días de sol frío" y "Las misivas de la noche". El año pasado salió a la luz su trabajo poético ("Poemas") y a fines de marzo la deuda con el autor quedará completamente saldada con la publicación de sus relatos cortos ("Cuentos"). Los créditos son para el editor Felipe Gana, quien ha hecho un estupendo trabajo de rescate al frente de Lecturas Ediciones.
Al margen del romanticismo que envuelve a su vida trágica y, por supuesto, su vínculo sanguíneo con uno de los mejores poetas chilenos de todos los tiempos, Iván Teillier es responsable de una obra que se sostiene por sí sola. Con sentido del humor, honestidad y un deleitable manejo de la cultura popular (incluyendo un amor confeso por el cine), el escritor funda una topografía propia marcada por las tensiones entre mundo rural y la gran ciudad, creando espacios imaginarios bautizados como Quelén y Puerto Madera. Sus universos narrativos son acaso producto de su intensas experiencias vivenciales (el notable cuento "El piano sin teclado" se centra en su frustración al descubrir errores en la edición de "El piano silvestre"), pero estilísticamente están fuertemente marcados por las lecturas que lo apasionaron.
"De sus epígrafes se infiere que admiraba a Jules Renard, Cesare Pavese, Giuseppe Ungaretti, Pablo Neruda, Virginia Woolf. Y siendo de paladar literario universal, cabe acentuar su preferencia por los norteamericanos Faulkner, Capote, Bradbury y el cuentista O' Henry, "Los pícaros sentimentales". Asimismo, por la feroz sátira militar, en el interregno de esas abominables jornadas con toque de queda y estado de sitio, encomiaba y difundía "La esfera negra" de Gustav Meyrink", escribe su amigo Juan Guzmán Paredes en el prólogo.
Escritor independiente
Iván Teillier nació en Angol en 1940. Fue el tercer hijo de los siete que tuvieron un contador de impuestos internos y una dueña de casa. Su hermano Jorge lo recordaría más tarde como "un niño rubio, gordo, travieso, que a veces alarmaba a medio mundo, porque le gustaba la calle tanto como la casa".
Siguiendo los pasos de su padre, en los 60 se mudó a Santiago para estudiar contabilidad. En 1965 publicó su primer libro de poemas.
"No extrañó la aparición de 'Una rama verde', lozanos versos con reminiscencias faulknerianas", apunta Guzmán. "Sus exiguas páginas, dedicadas a Ruth Morgenstern, musa juvenil por quien se trocaría en I. A. Stern, timbran el inicio de su trayectoria como escritor independiente, en el sentido de no tener editor y financiar él mismo sus publicaciones", agrega.
Mientras sacaba adelante su corpus literario, Teillier enfrentaba diversos trabajos de oficina. En los 70 se casó con la poetisa viñamarina Nancy Chambers, quien batallaba con el alcohol. Compartían un departamento de un ambiente frente al Parque Forestal, pero no se llevaban bien. Por esos años, el escritor comenzó a frecuentar el bar La Unión Chica, compartiendo largas conversaciones con el resto de los comensales, centro de atención del libro recopilatorio "Nueva York 11". Encargándose de sus rituales urbanos en un Santiago opaco (su mirada era "singularmente fresca e irónica evocando el período de la Unidad Popular", señala Guzmán), Teillier soportó los tiempos de convulsiones políticas.
En 1988 decidió probar suerte en Suecia, pero no se adaptó a la vida europea. Regresó a Santiago y se entregó al alcohol, la nostalgia y la locura. Estaba delgado y delirante, obsesionado con una periodista a la que bautizó como "Margarita". Deambuló un tiempo por centros psiquiátricos y murió en una cama del Hogar de Cristo el 28 de diciembre de 1992. "Su penosa muerte fue una crónica anunciada", reconocería Jorge más tarde.
"Sus amigos añoramos su dignidad, ocurrencias, desinterés, y el valor para vivir a su guisa hasta las últimas consecuencias", concluye Guzmán en el prólogo, balanceando la emotividad de sus recuerdos con la apreciación de una obra que vale la pena descubrir.
Pocas reseñas
Felipe Gana se encontró por primera vez con la obra del autor en una tienda de libros usados. "Estaba buscando libros de Jorge Teillier y el librero me dijo que tenía solo 'El piano silvestre' de su hermano Iván. Lo compré y empecé a leer por curiosidad; lo leí muy rápido, ansioso. Tenía otros libros de esa colección, 'El viento en la llama', pero este sobresalía por sobre los otros", recuerda.
El asombro lo llevó a buscar otros títulos del autor. "No era fácil", recuerda. "En general son libros delgados y sin lomo, lo que hace más difícil su búsqueda. Fueron las librerías de viejo 'Monte Sarmiento' y 'Ayer' los que me consiguieron los libros. Todavía no nacía Lecturas Ediciones, así que los fui buscando y leyendo como lector. Después, cuando tomamos la decisión de publicar 'Novelas', y que fuese nuestro primer libro, tuvimos que investigar quiénes tenían los derechos y qué libros no teníamos. En mi biblioteca solo faltaba, y sigue faltando, 'Las misivas de la noche', la nouvelle con que se cierra el volumen de novelas. Fue Beatriz Ortiz de Zárate, la primera mujer de su hermano Jorge, quien tenía una copia mecanografiada de la novela y una serie de cuentos inéditos, los que hicieron que nuestro proyecto de publicar los libros de Iván creciera y debiesen ser divididos en tomos separados de novelas, cuentos y poesía. Para estos dos últimos, hemos contado con la gran ayuda de Juan Guzmán Paredes. Él encontró un cuento inédito y nos facilitó los libros de poesía. En el prólogo, que escribí yo, de 'Novelas', hay un error en la fecha muerte de Iván Teillier, en vez de ser la cierta diciembre de 1992, aparece 1991. Esto refleja la poco e imprecisa información que hay sobre el autor. Existen muy pocas reseñas de su obra y no he encontrado -creo que no hay- entrevistas. Después de la publicación del volumen que reúne sus novelas ha sido apreciado, casi como propone su hermano Jorge. Otra persona que ha colaborado mucho en el rescate de la obra de Iván Teillier ha sido su sobrino Sebastián Teillier Arredondo".
Para Gana, la oscuridad del autor dentro del panorama literario chileno tiene que ver con el contexto en el que se desarrolló su obra. "Más que la sombra del hermano famoso, creo que el problema fueron los años", intuye. "Su primera novela aparece en 1970 y él publica durante toda la década de los 70 y 80. Los medios de difusión de cultura eran muy pocos. Algo de esta atmósfera opresiva se puede ver en sus cuentos que transcurren en la ciudad. Esto acompañado del alcoholismo que acompaña a Iván durante todo su vida".
Es clara la impronta de Faulkner en algunos de sus textos pero también encontramos la melancolía sureña de su hermano. ¿Cómo escapó de esa fuerte influencia?
-Desde luego la impronta de Faulkner es fundamental y sobre todo en la creación de su propia Yoknapatawpha County (Quelén y Puerto Madera). De Jorge Teillier, sobre todo en los tonos y paisajes de sus novelas y cuentos "sureños". Pero quiebra con todo esto cuando cumple el sueño de la mayoría de sus personajes: abandonar la provincia y vivir en la ciudad. Ahí sus cuentos agarran temáticas y tonos muy distintos a lo que venía escribiendo.
¿Qué es lo que más te ha asombrado de la obra de Teillier en medio la pesquisa?
-Después de las interminables lecturas que he hecho para la edición y corrección de sus libros me sigue asombrando la fragilidad de las vidas de los personajes de sus cuentos y novelas, aparte de la estructura de estos. No sé si he saldado la cuenta con su obra, pero al menos he logrado que sus libros circulen en librerías y en la prensa.
Por Andrés Nazarala R.
Su hermano Jorge lo recordaría más tarde como "un niño rubio, gordo, travieso, que a veces alarmaba a medio mundo, porque le gustaba la calle tanto como la casa"
"Estaba buscando libros de Jorge Teillier y el librero me dijo que tenía solo 'El piano silvestre', de su hermano Iván. Lo compré y empecé a leer por curiosidad".