¡Antofagasta, Andrés, amor!
¿Quién podría dudar del entrañable amor de Andrés a Antofagasta?
Como Andrés, en ese mismo amor, hemos deshojado un nuevo Aniversario de nuestra querida ciudad. Antofagasta, tierra mía, cantada y contada bellamente por tantos distinguidos Linternistas, hoy mis manos de desiertos y salares, junto a mi voz estremecida de olas y rocas oceánicas; en prosa y poesía, dice: ¡Gracias Antofagasta!
Hoy, mi palabra invita a que, en canto colectivo de esperanza nueva, cantemos todos sus hijos; y que junto al sentimiento agradecido de compartir su suelo, le acompañemos con el pensamiento y la acción comprometida de las multitudes: Autoridades, gestores públicos y privados, organizaciones sociales y a cada ciudadano, para hacer de Antofagasta, una Gran Ciudad.
Es que, Antofagasti, Puerta de Sol, desde los sueños fecundos, avanzaremos notablemente en Educación, porque los dorados rayos de nuestro sol del Norte, nos iluminará con sus dorados rayos, para crecer en Cultura y Educación.
Anto-faya-gasta, pueblo del salar grande, con su gente emprendedora y visionaria, lograremos posicionar en sitial de honor de la geografía nacional, a nuestro Deporte Regional.
Antopakai, escondrijo del cobre, con el esfuerzo de todos, mejoraremos la calidad de vida, de salud, medioambiente y la espiritualidad de los campamentos, sus calles y sus gentes.
Antofagasta mía, de ternuras y gaviotas florecida, en tu vientre de amor fecundaremos la ciudad soñada, no sólo como capital minera del mundo, sino como capital de la paz, la hermandad, la cohesión, la igualdad y la bella convivencia de todos en la misma tierra y bajo el mismo sol.
Antofagasta querida, de Huanchaca, Coloso y La Portada, en este Aniversario y siempre, cantarán los pimientos, chañares, tamarugos y algarrobos; como el cactus en mágica floración.
¡Porque mañana, tal como lo hizo Andrés, todos vuestros hijos, seremos sembradores de huertos en paz, pan, poesía, cultura, deporte y justicia social! ¡Feliz aniversario!
Jorge Tapia Guerrero