La dieta gradual y sin renuncias sería una de las más efectivas
ALIMENTACIÓN. Un especialista sugirió un método en el que se establecen metas por semana e incluye pausas en las que se permite "romper" el régimen.
Hay personas que siguen diversos procedimientos para bajar de peso. Desde hacer más ejercicio hasta modificar la alimentación, pasando por la renuncia a los azúcares y grasas y las dietas de moda, son algunos de los métodos que se ven hoy en día.
Sin embargo, seguir un régimen estricto no tendría los beneficios esperados y generaría una desmotivación que puede convertirse a futuro en un agravante.
Citando una serie de estudios, Nick Fuller, de la Universidad de Sydney (Australia), sugirió que programar algunos días de "libertad" en la dieta hace más fácil frenar y a la larga disminuir el exceso de peso.
El investigador, citado por el medio británico Daily Mail, explicó que una dieta gradual puede ayudar a las personas a satisfacer sus objetivos de tener una mejor figura y a la vez mantener altos niveles de motivación.
Largo plazo
Según Fuller, para muchas personas es muy difícil ceñirse a un programa estricto de dieta y ejercicios durante unas pocas semanas. A su juicio, el corte intermitente en la dieta podría mantener un buen peso.
En resumen, el ajuste de la ingesta de alimentos y ejercicio, traducido en periodos controlados de descanso, ayuda a lograr un peso clínicamente significativo durante un periodo de dos años.
Si bien esto no requiere un conteo fijo de calorías o un régimen estructurado de ejercicios, sí se necesita el registro diario del peso -idealmente siempre a la misma hora- y realizar un seguimiento de este proceso, conocido como el "método de valoración de calorías", donde se consigue la pérdida de peso en pequeñas cantidades.
Este plan iría en contra de otras técnicas con metas a corto plazo, que a la larga y según otros estudios, pueden ser perjudicial para la salud.
En qué consiste
Al comenzar este método, lo primero es enfocarse en disminuir el 1% del peso corporal. Luego es necesario mantener su nuevo peso durante aproximadamente una semana.
Este periodo permite que la persona coma más o tal vez realice menos ejercicio de los que realmente se necesitan al intentar bajar de peso.
La idea es acostumbrar al cuerpo para redefinir sus niveles y prepararlo para los cambios frecuentes. Cada semana se fija otra reducción del 1%, seguido de otro "break". Esta rutina se sigue hasta lograr la pérdida de peso.
Al igual que otros métodos, los resultados no serían iguales para todos, indicó Fuller. Pero el investigador aseguró que se trata de una estrategia probada en el largo plazo.
Parte de la dieta consiste en variar los tipos de alimentos, recetas y menús. Sugiere, por ejemplo, en un periodo seguir una dieta baja en calorías y en otro comer de manera "normal", es decir, con una cuota de azúcares y grasas. Lo importante es aprovechar los beneficios que ofrece cada componente para el organismo -en especial los carbohidratos- en lugar de evitarlos.
Este plan se basa en un estudio reciente llevado a cabo en ratones. Una dieta intermitente permitió a estos animales comer tanto como quisieran por periodos fijos de tiempo cada semana, con iguales resultados de pérdida de peso en comparación a otros que tuvieron un régimen estricto.
La investigación mostró que perder la motivación después de un periodo de dieta puede mermar los objetivos de tener un peso ideal.
Los efectos emocionales de esta dieta
Fuller indicó que tener descansos en el régimen de dieta y ejercicios permite mantener las metas debido a que el estilo de vida no se ve afectado al realizar variaciones en la alimentación. Además, el cuerpo tiene la sensación de "estar tratado" de vez en cuando. La motivación y el apego a lo que se está realizando es clave al momento de recurrir a estos métodos para perder peso. Sin embargo, este plan es solo una alternativa que está siendo analizada desde el punto de vista científico.