Bélgica encara las críticas con más operativos policiales y detenciones
ATENTADOS. Las autoridades desarrollaron ayer 13 redadas en distintas zonas del país, mientras el Ejecutivo volvió a reconocer el atraso en la respuesta del Gobierno a la amenaza terrorista.
En un intento por contener las críticas a su manejo de los atentados en Bruselas, el Gobierno belga y la policía lanzaron ayer 13 operativos antiterroristas en la capital y otras dos ciudades, con un saldo de cuatro personas detenidas.
En el centro de Bruselas, la policía antimotines disparó cargas de agua luego de que surgieran enfrentamientos en frente de la Plaza de la Bolsa, que se convirtió en un lugar simbólico para que las personas rindan homenaje a las víctimas de los atentados del martes pasado.
El acto
Manifestantes de ultraderecha portaron pancartas ofensivas e intentaron romper la protesta pacífica, pero fueron contenidos por la policía con un saldo de al menos 10 detenidos. "Estoy escandalizado por lo que ha pasado. Constatar que esos sinvergüenzas, que tienen a los nazis como referencia, vienen a provocar a los bruselenses en los lugares de su homenaje... Es una vergüenza para el país", se lamentó el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, citado por El Mundo.
Antes de la interrupción de los radicales, cientos de personas se concentraron en la Plaza de la Bolsa para mostrar su rechazo a los ataques terroristas que sacudieron Bruselas. Gritos de "¡Viva Bélgica!", banderas y carteles invocando la paz repletaron la emblemática plaza. "Estos ataques son inhumanos y atentan contra toda religión y contra la fe musulmana", afirmó el imán Essan Secundar, que ejerce en una de las mezquitas de Bruselas.
Los 13 operativos se realizaron en la capital y las ciudades de Mechelen y Duffel, en el norte del país. Un juez decidiría ayer si los cuatro detenidos permanecerían bajo custodia.
La presión internacional sobre Bruselas se incrementó por servir de base para los extremistas que lanzaron los ataques del 13 de noviembre, en los que murieron 130 personas en París. Por lo mismo, el gobierno se ha visto obligado a defender sus decisiones y actos de los investigadores.
Negligencia oficial
El ministro del interior, Jan Jambon, admitió ayer que décadas de negligencia han obstaculizado la respuesta del Gobierno al extremismo.
Según consignó AP, la autoridad dijo que el Ejecutivo ha invertido US$ 670 millones en servicios policiales y de seguridad en los últimos dos años, pero que el sistema judicial y los servicios de seguridad del país "están muy atrasados".
También enfrentan duras recriminaciones por no haber cerrado el Metro de Bruselas, que 73 minutos después del bombazo en el aeropuerto fue también atacado.
Jambon, a quien el jueves el primer ministro le rechazó su ofrecimiento de renuncia, también reconoció algunas fallas previas a los atentados suicidas del 22 de marzo en Bruselas, en los que murieron 31 personas y 270 resultaron heridas.
"Hubo errores", dijo a la televisora VRT.
El ministro agregó que "toma tiempo" entregar resultados visibles al público respecto de la inversión oficial en seguridad antiterrorista.
73 minutos pasaron entre el ataque al aeropuerto y al Metro. Las autoridades no lo cerraron a tiempo.
13 redadas policiales se desarrollaron ayer, operativos que dejaron cuatro detenidos.