Podemos y Ciudadanos, los nuevos partidos que irrumpieron en el Parlamento español en diciembre, se vetan mutuamente desde entonces. Sin embargo, el socialista Pedro Sánchez, que sigue confiando en ser Jefe del Ejecutivo, abrió ayer la puerta a un Gobierno con ambos.

"No me cierro a que en mi Gobierno haya representantes de Podemos y de Ciudadanos", dijo claramente el líder del Partido Socialista (PSOE) en una entrevista radial, en la que no especificó si se trataría de ministros.

Aritméticamente, la fórmula sería perfecta, ya que daría a Sánchez la mayoría necesaria en el Congreso de los Diputados en el segundo intento de investidura, tras el fracaso del primero, a principios de este mes, por el veto de Podemos al acuerdo al que el socialista llegó con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

Pero lo que la aritmética permite, la realidad política lo complica. Podemos rechaza el pacto del PSOE y Ciudadanos que Sánchez considera una base para toda formación de Gobierno.

Sánchez y Rivera reforzaron ayer su alianza con una reunión anunciada por sorpresa, previa a la que el socialista tendrá hoy con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para intentar desbloquear la situación. "El acuerdo está más vigente que nunca", dijeron los portavoces del PSOE y Ciudadanos tras la reunión de sus líderes.

Si el 2 de mayo no hay Jefe del Ejecutivo investido, España tendrá que volver a las urnas el 26 de junio. Ayer justo se cumplieron 100 días desde las de diciembre, que arrojaron la mayor fragmentación parlamentaria en la historia de España.

Al encuentro de hoy, el primero entre Sánchez e Iglesias desde el 5 de febrero, cuando constataron que sus posiciones estaban encontradas, ambos acuden con posturas alejadas. El líder de Podemos mantiene su exigencia de un Gobierno de coalición de izquierda con él como vicepresidente y medio Ejecutivo nombrado y el del PSOE considera irrenunciable el pacto con Ciudadanos.

2 de mayo es el plazo para que España tenga un Presidente investido. Si ello no ocurre, se llamará a elecciones.