Redacción
¿Qué inspira a esta magíster en Neurobiología en enseñar ciencia a los más jóvenes? Una mirada cálida y humana es la que propone Kathleen Whitlock, profesora estadounidense del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, que aterrizó a nuestro país cuando se enamoró de un chileno y de Chile.
Pese a su Magíster en Neurobiología de la Universidad del Estado de Nueva York, su Doctorado en Zoología en la U. de Washington, y su Postdoctorado en Genética y Desarrollo (U. Oregón), no pierde su encanto de enseñar e involucrarse en las mentes de los pequeños chilenos, los que, con curiosidad y mucho respeto hacia lo que hace, dejan que esta querida docente les traspase sus conocimientos para lo que ella describe la "gran falta de apreciación y entendimiento de la ciencia".
Con su acento extranjero intenta desenvolverse en un español "agringado", haciendo serios esfuerzos por castellanizar y "chilenizar" sus respuestas en un tono de docente y científico. El sello de Kathleen Whitlock, quien además es una de las principales cartas del Festival de Ciencia Puerto de Ideas -que se realizará del 8 al 10 de abril-, quién además de ofrecer una interesante conferencia sobre "Los olores de la vida", también desarrollará talleres abiertos a toda la familia.
Calidad de la educación
¿Qué la motivó a usted a dedicarse a esta rama de la ciencia?
-Desde que era niña me ha encantado el mundo natural, gusto que también combiné con el encanto por el arte. La ciencia nos está dando herramientas para entender el mundo y para resolver los problemas que hoy tenemos. La ciencia es para todas las personas, no solo para los científicos y la gracia de estudiarla es la oportunidad de profundizar en este conocimiento y dedicar la vida a resolver problemas. En mi caso, aquello se enfoca en el sistema nervioso, en otros científicos será el universo… Mi trabajo es mirar hacia adentro y eso me fascina. Siempre algo nuevo que aprender, nuevas preguntas, y no sólo para los científicos porque la ciencia es sinónimo de ideas.
Bajo esta misma línea, ¿por qué decidió apuntar su interés en los niños?
-Un gran problema en Chile y en otros países es el bajo nivel de apreciación y entendimiento de la ciencia. Para que haya un país desarrollado tenemos que entender el valor que tiene resolviendo problemas en la vida. Me molesta la baja calidad de educación en este país, especialmente en ciencias y matemáticas. Esa fue la razón por la que implementamos el proyecto "Ciencia al Tiro", nuestra esperanza por hacer algo que mejore aquella situación. Si bien soy neurobióloga, en esta propuesta tocamos varios tipos de ciencias porque queremos comunicar que todas sirven para resolver problemas en la vida.
Enseñanza
¿Ese fue entonces el motivo de crear dichos talleres?
-Si nos fijamos en la situación de Chile, las personas que tienen más baja calidad de educación son las con menos recursos. La calidad de la escuela pública es un desastre y nos preguntábamos (los científicos del proyecto) cómo era posible que mientras realizábamos un Programa de Doctorado (en Valparaíso) y a 10 minutos de diversas escuelas precarias del lugar, no seamos capaces de hacer algo. Por eso quisimos ayudar; de hecho, con nuestro programa sacamos a los estudiantes de doctorado para que vayan a las escuelas a trabajar con los alumnos. Hay que poner en los estudiantes ese entusiasmo por la ciencia.
¿Cuántos son aproximadamente los niños que participan de su programa?
-Somos chiquititos, trabajamos con los mismos chicos durante todo el año. Tenemos un promedio de 25 estudiantes, los mismos cada semana, aunque ahora también continuamos con los estudiantes de octavo que quieren continuar participando.
Según su criterio, ¿cuáles debiesen ser los ejes futuros de la enseñanza de la ciencia?
-Mejorar la enseñanza de la ciencia en general. Hoy se está enseñado de una manera en que los chicos no están pensando. Se escribe en la pizarra, los niños copian y ni siquiera forman una opinión. Me molesta mucho porque los estudiantes que llegan a la universidad en primer año son muy mal preparados, no entienden nada, no pueden hacer preguntas.
"Si nos fijamos en la situación de Chile, las personas que tienen más baja calidad de educación son las con menos recursos". "Hoy se está enseñado de una manera en que los chicos no están pensando. Se escribe en la pizarra, los niños copian y ni siquiera forman una opinión".