Las cámaras de vigilancia registraron todos sus desplazamientos. Vistiendo de negro y con paso apresurado subió hasta el último nivel del edificio "Caracol" de Antofagasta. Eran las 11.14 horas cuando el joven de 22 años llegó el punto más alto del céntrico recinto.
Todo transcurría normal en el edificio que a diario recibe a cientos de clientes. Sin embargo, a las 11.21 horas la normalidad se transformó en espanto. El muchacho identificado como E.M.M. estuvo cinco minutos caminando de un lado a otro hasta que decidió lanzarse hacia la planta baja.
El terrible acto quedó registrado en las grabaciones de las cámaras de seguridad con que cuenta el recinto.
Precisamente cuando nadie estaba cerca de él, el joven traspasó las barandas para quedar de espaldas y hacia el interior del inmueble.
En cosa de segundos se soltó y abrió los brazos. Nadie se percató de su acción, salvo cuando se escuchó el golpe seco. "En los 22 años que llevo trabajando acá jamás había visto algo así. Sentimos un golpe fuerte, seco, y salimos. Allí vimos que el joven estaba tendido. Tenía signos vitales, no perdió del todo la conciencia. Llamamos a Carabineros, luego llegó Bomberos y después los paramédicos del Samu", explicó Isaías Vilches, que se desempeña en el rubro de peluquería, y que estaba trabajando cuando ocurrieron los hechos.
Se mostró impactado porque en las dos décadas que lleva en el Caracol, nunca había visto algo tan impactante.
Otros locatarios explicaron que en otras ocasiones han ocurrido percances y accidentes menores, pero nunca algo tan dramático.
Caída
El joven se lanzó desde una altura cercana a los 15 metros, y según comentaron algunos locatarios, el año pasado también lo habían visto allí intentando tirarse al vacío.
A raíz de la violenta caída, E.M.M. resultó con fracturas de diversa consideración, aunque sin riesgo vital. Permanece internado en el Hospital Regional donde ayer en la tarde debió ser sometido a una intervención quirúrgica.
Trascendió que se trataría de una persona con antecedentes siquiátricos y padecería de un cuadro de esquizofrenia, por lo que ya habría sido atendido en ocasiones anteriores por especialistas.
Se dijo que escuchaba voces y que por eso decidió saltar hacia la planta baja del Caracol.
Hasta el cierre de la presente edición se encontraba en delicado estado, pero fuera de riesgo vital. Tras la operación iba a ser internado en una unidad intermedia, bajo permanente supervisión.
Auxilio
Las grabaciones muestran el momento exacto de la caída. Se ve que el muchacho azotó un brazo, la espalda y después de la cabeza. Eso de alguna manera amortiguó el impacto.
Varias fueron las personas que al percatarse de la caída fueron en su ayuda.
Los hechos causaron conmoción entre los trabajadores y clientes que a esa hora se encontraban en el edificio. Los testigos dijeron que fue un milagro que no falleciera en forma inmediata.