El 88% de la población regional aún no se vacuna contra la influenza
SALUD. Autoridad sanitaria llamó a acudir hasta los Cesfam para inmunizarse.
A cuatro semanas del inicio del proceso de vacunación, el 88% de la población regional que debe inmunizarse contra la influenza aún no lo hace. Las estadísticas del ministerio de Salud aseguran que sólo 21.286 personas se han cumplido con este proceso, lo que representa un 12,6% del total de quienes que deben ser inoculados en la zona (más de 160.000).
El seremi (s) de Salud, Manuel Cortés, indicó que la situación más preocupante la viven los niños. Esto, porque de un total de 32.214 niños sólo se han vacunado 2.793, lo que significa un 8,7% de los menores que les corresponde la dosis.
Hay que recordar que de acuerdo al lineamiento ministerial, los lactantes entre 6 meses y menores de seis años son la población de mayor riesgo.
Las embarazadas también registran una inmunización baja. Sólo 416 mujeres se han vacunado. Los mayores de 65 aparecen con un 12,9% (4.125) y los enfermos crónicos con un 28% (3.975) Este último, es el único segmento que supera al promedio nacional.
En Calama deberían vacunarse 46.739; María Elena, 1.793; Mejillones, 2.619, Ollagüe, 71; San Pedro de Atacama, 1946; Sierra Gorda, 758; Taltal 3.585 y Tocopilla; 9.071 (ver recuadro).
"La iniciativa tiene como principal objetivo proteger a la ciudadanía de una enfermedad que puede ser mortal", comentó Cortés.
También aseguró que considerando el valor de las dosis proporcionadas por el ministerio, Antofagasta estaría desaprovechando alrededor de $203 millones, monto que crece a $361 millones si se considera el costo que implicaría adquirir las vacunas en el sector privado.
Patología
En 2015 se registró la muerte decenas de personas afectadas por influenza. Ninguno de ellos se había vacunado.
Por esta razón, la autoridad explicó que resulta fundamental que la ciudadanía tome conciencia de la época invernal que se avecina y que la influenza no es un resfrío común, sino una patología grave que exige reposo obligado y que inclusive puede complicarse de manera importante generando hasta el deceso del paciente.
Valeska Cortés tiene 30 semanas de gestación y además, tiene un hijo de un año y medio. Ni ella ni su hijo han sido vacunados contra la influenza.
"No soy partidaria de esas vacunas. Creo que ni siquiera es necesario ponérselas. Además, los efectos secundarios son feos. Mi hermano, por ejemplo, estuvo dos semanas en cama. Entonces prefiero evitar", comentó.
Una opinión distinta tiene Auristela Gómez, mujer de 68 años que se vacunó inmediatamente comenzado este proceso de inmunización.
"Nunca he tenido un efecto secundario. Además así me protejo porque uno nunca sabe. Nosotros somos abuelos ya, no tenemos la misma salud que los jóvenes. Por lo tanto prefiero evitar cualquier cercanía con una enfermedad", aseguró.