Gitanos acampan en hospital tras infarto de su patriarca
VIGILIA. Desde hace diez días que permanecen afuera del principal centro médico de Antofagasta a la espera de su recuperación.
Hace 10 días que están en vigilia en las afueras del Hospital Regional. El patriarca gitano José Soto Yovanovic de 59 años está luchando por su vida tras sufrir un infarto cuando se encontraba en su campamento, en el sector norte de Antofagasta. Y por eso no han querido moverse.
"Es nuestra cultura y seguiremos estando acá hasta que se recupere. Mi cuñado es el patriarca y por eso está llegando gente de todas partes, del sur y también algunos que estaban en Perú. Estamos preocupados por él porque está grave en la UCI", precisó Juan García Arestides, quien está haciendo de líder en estos momentos de preocupación para la comunidad gitana, avecindada en la capital regional.
Fieles a sus tradiciones aseguran que desde que el patriarca se enfermó ellos están pendientes de su situación y haciendo fuerzas para que se recupere. Cuando el "patriarca" se descompensó lo llevaron al CAN y desde allí lo derivaron al hospital porque su condición era de gravedad.
"Queremos saber si podemos llevarlo a otro lugar, a Viña del Mar o Santiago, pero no nos dicen nada, sólo que está grave", sostuvo Juan García.
Charas
Junto a él, varios niños y jóvenes escuchan atentos mientras están sentados en una alfombra (puñava), tal como se estila en las charas (carpas).
Algunas mujeres hablan en romaní, y prefieren no opinar, no interrumpir al representante que está preocupado por la situación que hoy afecta a su cuñado.
"El rey de nosotros está en Santiago, y él necesita información de cómo está su pariente, que es nuestro patriarca. Cuando lo llevamos al CAN lo atendieron bien y desde allí lo enviaron a este hospital. Queremos apoyo moral y que lo salven, cuando entró acá tuvieron que ponerle un catéter. Este hospital es bueno y estamos aquí para acompañarlo porque él es familiar del rey Hugo California. Agradecemos a Dios y a los médicos que lo salvaron", agregó Carmen Nicolic.
Unas 50 personas se reúnen a diario en las afueras del recinto asistencial para rogar por la recuperación del jefe que cuida a todas las familias que viven en el campamento. Se instalan en carpas y vehículos y afirman que seguirán ahí hasta que su líder se recupere.