La disputa que mantienen los taxis básicos con los servicios alternativos basados en aplicaciones como Uber y Cabify, que funcionan especialmente en Santiago, pasó de ser un debate verbal y normativo, más aún, de futuro, para transformarse en un problema de índole policial, luego que conductores que funcionan bajo la modalidad "on demand" denunciaran "encerronas" de parte de los taxis tradicionales.
Es previsible que el conflicto alcance una escalada similar a la que se ha visto en otros países latinoamericanos, como por ejemplo México, donde la aversión y violencia hacia los servicios particulares terminó con agresiones y riñas públicamente conocidas.
Se trata de un asunto que, como en otros casos, se pudo anticipar. Hay que reconocer que la reacción de los taxistas es precisamente eso, una respuesta a un cambio en el mercado dado por la aparición de un servicio que ellos llaman "pirata". Sin embargo, no se pueden desatender tampoco las razones que motivaron el desarrollo de estos servicios alternativos.
Por ejemplo, se encontró dentro de la norma un flanco abierto que de acuerdo a los prestadores de los servicios basados en aplicaciones móviles, permitiría su funcionamiento. Ya es materia de revisión y de propuestas para poder definir bien las condiciones en las que este tipo de transporte de alquiler pueda funcionar.
Y en otro sentido, la "piratería" que denuncian los taxis básicos, se transformó en un síntoma de un servicio que, en algunos casos, es deficiente y que no ha logrado convencer a los usuarios, quienes son los que finalmente han validado y preferido los transportes de personas alternativos.
La experiencia muestra finalmente lo importante que es que un servicio esté muy bien reglamentado y al mismo tiempo, que cumpla con el objetivo principal, que es simplemente eso, servir.
Con todo, lo más llamativo aquí es la absoluta incomprensión y sensibilidad de cuánto cambia el mundo. Las tecnologías se están abriendo camino en la práctica y lo lógico es caminar junto a ella, para aprovechar las oportunidades.