Bryan Saavedra López
El perfil de un padre más proveedor que afectivo, mujeres adaptadas emocionalmente al sistema de turnos, soledad y el déficit de políticas públicas preocupadas de la calidad de vida psicoafectiva del trabajador minero y sus familias. Estos conceptos forman parte de los resultados preliminares de un estudio regional que desarrollan investigadores de la Universidad Católica del Norte (UCN).
El grupo -que se adjudicó un Fondecyt- realiza el estudio 'Espejismos de Poder y Género'. Por ello a fines de 2015 realizó 200 encuestas y entrevistó a 36 personas entre hombres dedicados a las faenas mineras, parejas de ellos, familias y hombres no ligados a la minería de Antofagasta y Calama, principalmente. Un trabajo que comenzó el año pasado y se extenderá hasta 2017.
Parejas
En esta instancia de la investigación, el equipo formado por la Dra. Jimena Silva y las coinvestigadoras Dra. Mónica Guzmán y Dra. Siu Lin Lay de la Escuela de Sicología de la UCN, centraron sus esfuerzos en comprender cómo opera el control y gestión del dinero en las parejas de esta cultura.
La investigadora responsable del proyecto, Jimena Silva, comentó que "la minería del cobre es uno de los polos de desarrollo más destacados del país y en ese rubro el trabajador minero maneja muchos más recursos económicos que uno no minero, generando desigualdades en la relaciones sociales y de género en la región y marcando el nivel del costo de la vida. Ese es uno de los problema que analizamos en profundidad en el contexto de la pareja minera".
En este punto -detalló Silva- trabajaron con experiencias de parejas desde 25 a los 65 años, buscando comprender el lugar que ocupa el dinero en el juego del poder de la pareja de familia minera y no minera.
En esta fase del estudio, Silva destacó que "en mujeres y hombres mayores, el dinero, se representa por una parte asociado a lo masculino y por otra, como una ilusión de poder en las mujeres, lo que alimenta un modelo de género centrado de jerarquía masculina".
A diferencia a ellos, en las parejas más jóvenes, el estudio determinó que tanto parejas mineras como no mineras, las mujeres empiezan a desplazarse de su situación de dependencia, avanzando hacia relaciones de mayor autonomía.
Sueldos
Sin embargo, las altas remuneraciones de los trabajadores mineros contribuyen a resolver problemas de educación, ahorro, futuro, bienestar de la familia, vivienda, entre otras, pero no necesariamente solucionan carencias afectivas.
En ese aspecto, los resultados del estudio concluyen que hay una tendencia a la mercantilización de los afectos en estas familias. Es decir, resolver todo con compras, predominando la figura del padre proveedor sobre una figura afectiva.
Pero también aborda su perspectiva y detalla que ellos sienten tensión en su vida, ya que el hecho perder su trabajo, podría significar abandonar el proyecto de vida familiar.
Un punto que llama la atención del estudio es que las familias de los hombres no mineros, "no es muy diferente en ver que el hombre debe ser proveedor y la madre deber ser la cuidadora, quien resuelve los problemas domésticos", según Silva.
Agregó que "eso está súper reforzado en esta región por los distintos estudios que hemos hecho, en los que nos damos cuenta que el modelo cultural refuerza esas figura de dicotomía entre hombre y mujer en estos roles, que refuerzan la idea de la desigualdad, porque el que provee es el que tiene más poder entre comillas".
Sindicato
Desde el punto de vista de Humberto Vidaurre, presidente del Sindicato N°2 de Minera Sierra Gorda, el estudio es coherente a la realidad de los trabajadores. "En los matrimonios mayores al final es la mujer la que lleva la economía de la casa con los aportes del hombre. En el 90% del sindicato es así. Los más jóvenes siguen algo similar, con excepciones en casos donde hayan mujeres más independientes".
El dirigente argumentó que con la crisis del cobre del año pasado, el clima al interior de las faenas fue caótico, por el temor a las desvinculaciones, sobre todo en circunstancias de negociaciones y huelgas, ya que ahí sienten el peso, enfocado netamente en perder su trabajo por los altos sueldos que perciben.
"A los trabajadores de la empresa mandante, no los contratistas, que pierden su trabajo, se les viene abajo el sueño, todo lo que el proyecto de vida. En cambio los contratistas saben que hay fecha límite y hay que saben administrar mejor", diferenció Vidaurre.
En relación al padre más proveedor que afectivo, el dirigente dijo que efectivamente predomina la primavera figura, ya que mientras están en faenas, las tareas domésticas las toma la madre.
En cuanto a políticas públicas que hacen falta, Vidaurre aseguró que "estamos atrasados en Chile, la misma reforma laboral nos perjudica y hay que mejorarla. Hablamos de la burbuja que se implantó desde Pinochet. Eso de vivir en la mía y que no me interese lo que le pasa al de al lado. Las políticas deberían terminar con esas burbujas, pero legislan para que pase todo lo contrario".
Jimena, Silva,, investigadora, Sicología UCN
"No es muy diferente en ver que el hombre debe ser proveedor y la madre cuidadora, la que resuelve los problemas domésticos".
Humberto, Vidaurre,, Sindicato N° 2 M. Sierra Gorda
"A los trabajadores de la empresa mandante cuando pierden su empleo se les viene el sueño abajo, todo lo que es el proyecto de vida".
Calidad de vida sicológica
Jimena Silva, la investigadora a cargo del proyecto, al ser consultada sobre los aportes del estudio a la ciudadanía, dijo que "buscamos contribuir con conocimientos, desde los protagonistas, a las políticas públicas laborales y del bienestar familiar. Sabemos en cifras lo que provee la minería al PIB de Chile, o a la región, pero necesitamos avanzar en el cuidado de la familia integral, hacia una calidad de vida sicológica". Por ello destacó la importancia de esta información para mejorar los niveles sicosociales del trabajador y su familia, vida íntima y emocional.