Milagro en Haití
LDesde el encierro de una sala de recuperación post-cirugía, la chilena Carmen Prado revisita su vida y reflexiona sobre su estadía, como esposa de un diplomático danés, en la isla de Haití. Gran parte de la novela es la conversación que sostiene Camen, la protagonista, con Elodie, su cocinera, quién representa el modo de vivir y pensar haitianos. Los personajes oriundos del lugar funcionan como excusa para hablar de la interesante historia de esta isla, considerada una de las más pobres y endeudadas del mundo, una de las repúblicas más conflictivas en términos políticos, que ha sido intervenida en múltiples ocasiones y ha resultado víctima, además, de irrecuperables desastres ambientales.
Es esta la tercera y última novela publicada por el escritor nacional Rafael Gumucio, quién es conocido por sus controvertidos artículos y columnas de opinión, además de sus ensayos y participación en proyectos televisivos y fílmicos. Para los que han seguido la carrera literaria de este autor, Milagro en Haití resulta una sorpresa, pues nos encontramos con otro lenguaje, con una mayor densidad literaria y complejización de la labor escritural, que nos recuerda a José Donoso en el desarrollo de lo grotesco y decadente de las elites, a Diamela Eltit en la fragmentación discursiva y a Pedro Lemebel en el humor, la exageración y en el excelente trabajo de encarnación de una voz femenina.
En la novela, la protagonista se somete a una cirugía estética "no para ser más joven sino una vieja más decente" y hace una revisión de su vida como mujer, de todos los que han comido y bebido de ella, como un Cristo. En su discurso hiperbólico habla de regalarse por entero a los niños pobres de la isla para acabar con el hambre. Al mismo tiempo, afuera del hospital, contrastadamente se termina un carnaval para continuar con la revuelta política del año 2004, en la que el presidente Aristide fue destituido de su cargo. Los diálogos entre Carmen Prado y su cocinera haitiana hablan de la pobreza y la libertad de los ciudadanos de la isla, quienes "prefirieron ser libres a ser ricos", independizándose muy pronto de la corona francesa. Analizan los gobiernos de Papa Doc y Baby Doc y como el primero les "enseñó el orgullo de ser negros, dándole cartas de nobleza al vudú", según Elodie. Mientras, Carmen, se sorprende de la ingobernabilidad de sus gentes en donde "todos los que tratan de mandar en Haití terminan por irse".
María Constanza Castro M.
Académica Escuela
de Periodismo UCN
Máster en Literatura.