"Probidad, una responsabilidad de todos"
Estamos viviendo nuevos tiempos en los cuales las organizaciones y sus líderes enfrentan una gran crisis de credibilidad. Y esa confianza perdida no se construye con acciones comunicacionales, sino que con un actuar ético sistemático y consistente. La reputación es un activo fundamental que debemos preservar en el quehacer diario de una organización.
El compromiso con la conducta ética, la integridad y el respeto es una responsabilidad compartida entre los trabajadores de una organización y su junta de directorio. Las organizaciones, ya sean grandes o pequeñas, tienen la responsabilidad de elaborar y difundir entre todos sus miembros una política de conducta de negocios clara y pertinente. Los estándares éticos orientan a las personas y les permiten conocer los límites de las decisiones que toman día a día. Las políticas de conducta de negocios entregan una guía y recursos para conducir una organización de modo ético, cumpliendo con las leyes y regulaciones.
Debemos actuar con integridad porque es lo correcto tanto de cara a los dueños, como también ante la comunidad. Cumplir con la ley es el mínimo que se espera de nosotros; lo importante es tener la capacidad de tomar acciones ante cualquier sospecha o denuncia de una posible violación a la ética de la organización. Todos somos responsables de revisar, entender y tomar decisiones éticas de modo consistente con sus políticas e, incluso, denunciar aquellas prácticas que atenten contra la probidad.
Cada uno de los empleados tiene el deber de hacer lo correcto y denunciar a aquellos que violen las políticas de la organización o cualquier norma legal. Las represalias hacia quienes de buena de buena fe hubieran reportado o denunciado una conducta no ética o ilegal están vedadas. Una organización no puede tolerar actos de retaliación hacia cualquier miembro de ella.
El camino es difícil y las formas de recorrerlo son muchas. Debemos comenzar por las grandes empresas, y somos sus líderes quienes tenemos en nuestras manos el cambio. Todos estamos llamados en estos tiempos a reconstruir las confianzas y a romper paradigmas, fortaleciendo las políticas de buena conducta en los negocios, para así aportar en el camino del desarrollo de la mano de la tan nombrada probidad.
Vicepresidente de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos de Aramark Latinoamérica
Iván Mergudich