300 familias ya alberga campamento en Mejillones
SOCIEDAD. La 'Villa Internacional' se ubica en el sector aledaño al inicio del barrio industrial del vecino puerto.
Los 35 campamentos de Antofagasta no son los únicos que configuran el déficit de habitacional de 22.365 familias en la Segunda Región de acuerdo a la Encuesta Casen 2013, puesto que en lugar de irse a vivir a los cerros de la capital regional, hace alrededor de dos años que 300 familias chilenas, colombianas, peruanas y bolivianas viven en la gran 'toma' de Mejillones: 'La Villa Internacional'.
El cambio a este estilo de vida en casas de material ligero obedece a las mismas razones que en Antofagasta. La falta de dinero para pagar arriendos caros en piezas pequeñas.
Inicialmente fue una junta de acción comunal que definió las calles y las enumeró. El chileno que la presidía renunció y las familias lentamente construyeron sus viviendas.
El colombiano aspirante a presidente del campamento, Edwin Cuero (36), relata que con su familia pagaban 400 mil pesos de arriendo que luego subió y nos les alcanzaba para ahorrar y mandar a su país.
"Esa es la estrategia de los arrendatarios, arrendarle a faeneros, porque en una pieza meten cuatro camarotes y cobran 150 por cama. Son 600 mil pesos con puro faenero y no hay nada que regule que nos cobren lo que es justo", acusa Edwin, auxiliar de andén en Ultraport.
A diferencia de Antofagasta, la 'toma' se ubica en una planicie alejada de riesgos aluvionales, pero cercana al principio del barrio industrial.
Cuero cuenta que "llevamos como un año y medio, y vivimos unas 300 familias. Ahora exigimos presencia del gobierno, que nos ayuden con agua y energía. Sabemos que en Antofagasta tienen este problema y que la alcaldía les lleva agua y acá los niños necesitan bañarse y alimentarse".
Amplios patios
Otra diferencia con las 'tomas' de Antofagasta tiene que ver con los terrenos más amplios de estas viviendas, al igual que el ancho de sus calles. Cuentan con patios para recrearse, electricidad vía generadores y el agua suelen comprarla a un camión que visita esporádicamente el lugar. Aunque otros cuentan con estanques estilo cabaña en la playa.
¿Han pensado construir casas en estos terrenos? "La verdad es que eso quisiéramos, si a futuro pudiéramos endosarnos los terrenos legalmente para construir algo más digno. De pronto la gente no ha metido mucho dinero por lo mismo, por saber si nos quedamos o no", dice Edwin.
Las dudas de los pobladores en torno a su futuro son oscuras. Creen que en un tiempo los podrían desalojar, ya que no hay nada formal o la inclusión en alguna encuesta que demuestre su existencia.
Bolivianas
Los acentos son variados, en una cuadra están los colombianos, en la otra aparecen chilenos y más adentro peruanos y bolivianos.
Un grupo de niños juega en sus calles, es una mezcla de peruanos y bolivianos que espera a que esté listo el almuerzo.
La madre de dos de ellos, Melisa Rodríguez (32), boliviana, expresa que "llevamos dos años acá, veníamos llegando gota a gota. Acá los arriendos son muy caros, más por los niños".
Por eso ahora los pequeños pueden corren por las calles, encaramarse en las casas sin reclamos de arrendatarios por sus juegos y ruidos.
Claudia Parada (25) vive con su familia, la de Melisa y otra más. En el mismo terreno cercado con maderas conviven unas 20 personas en tres piezas de material ligero.
"En algunas familias mamá y papá deben trabajar, yo soy garzona en un restorán. Melisa es distinta, porque se dedica a cuidar a sus dos hijos", comenta Claudia.
¿Y viven chilenos por acá igual? "Sí, todos integrados acá, por eso es la 'Villa Internacional', porque hay de todo lugar acá, hasta un español metido acá", argumenta Melisa.
Con este campamento continúa la expansión y creación de nuevas 'tomas' en la región.