Olivares
Imagine una familia cuyo principal ingreso es el sueldo del padre. Si ese monto comienza paulatinamente a bajar, la familia se verá obligada a tomar medidas de ajuste como eliminar servicios de TV cable, suscripciones, seguros, vacaciones, etc. Si la disminución en los ingresos se mantiene, las medidas serán más drásticas, como cambiar a los hijos de colegio, el sistema de salud, buscar otra casa, etc. En este ejemplo, la familia es Chile, el padre es el Estado y el sueldo es el precio del cobre, que en los últimos 5 años ha bajado en un 48%. Pregunta, ¿por qué área vendrá el ajuste?
El aporte al Estado de Chile por parte de Codelco fue de 10.293 millones de dólares en 2006 y de 1.075 millones de dólares en 2015. Por lo tanto, es indispensable que se tomen con urgencia medidas en, al menos, dos puntos clave:
1. Potenciar el aporte del cobre a las arcas fiscales para cumplir la agenda de gasto social.
2. Evitar la dependencia del cobre al PIB del país, potenciando otros sectores de la economía.
En relación al punto 1, tenemos que Chile vende concentrado de cobre, que es lo más cercano a vender cobre bruto, a un precio de mercado. Sin embargo, el precio de los cátodos de cobre, cables, tuberías o filamentos que se utilizan en los circuitos de equipos tecnológicos, es progresivamente más alto. Entonces viene la pregunta obvia: ¿por qué no se procesa el cobre agregándole valor y se venden cátodos de cobre en lugar del cobre bruto?
Piense en el siguiente ejemplo: una panadería vende pan con un margen de utilidad del 50% y vende pasteles con una utilidad del 100%, bajo ese esquema Chile está vendiendo la masa para que terceros vendan el pan y los pasteles. La discusión de la segunda fase del proceso exportador se viene discutiendo en las escuelas de economía desde hace muchos años, no obstante, los procesos de producción siguen sin mayor variación.
En relación al punto 2, es clave buscar y potenciar sectores distintos al minero ya que el cobre es un recurso no renovable, a diferencia de peces, bosques, siembras, etc. ¿Qué sector sostendrá la economía del país el día que se acabe el cobre? (Codelco maneja estudios de reserva del metal sólo para 80 años más).
Hay rubros que lo están haciendo muy bien, por ejemplo el vitivinícola, situando al vino chileno en mesas de hogares y restaurantes de todo el mundo, con materias primas renovable (uvas) y procesos reciclables (vidrio y papel). Otros sectores que tienen espacios de crecimiento y mejora son el pesquero (tenemos 8.000 Km. de costa) y el turístico, donde una persona puede estar en la mañana en los Geiser del Tatio, en San Pedro de Atacama, y en la noche alojando en un Hotel en Torres del Paine.
Tanto el turismo como la educación superior se ven beneficiados con la diversidad geográfica de Chile y su particular clima, con estaciones marcadas y una calidad de vida de país en vías de desarrollo que da seguridad a turistas y alumnos de intercambio (las universidades de la V región han logrado importantes avances en relaciones internacionales).
¿Qué debe hacer el país para agregar valor a sus productos y servicios? La respuesta es invertir e investigar. En relación al cobre, tenemos 22 carreras de ingeniería y 7 carreras técnicas ligadas al sector de minería y geología, esto en 19 universidades, 4 institutos profesionales y 4 centros de formación técnica, no obstante, los procesos productivos no han cambiado en años.
La explicación de lo anterior se relaciona con que en Chile no existe un desarrollo industrial que permita pasar a la segunda fase exportadora; también hay una fuerte dependencia de un solo comprador: las ventas a China representaron un cuarto de las exportaciones en 2015, más que en cualquier otro país del continente americano. Asimismo, es relevante que la mano de obra china es muy barata en relación a la chilena y por lógica es más rentable comprar cobre bruto y procesar en China los cables, tuberías y filamentos.
No puedo dejar de mencionar que en Chile existen emprendimientos estatales en desarrollo como Codelcolab (ver www.codelcolab.com) que nació en 2012 con el objetivo de promover el uso del cobre como antimicrobiano (plantillas, melaninas, calcetines, manillas del metro, geles para ordeñar vacas, camas de hospital, etc.) y hoy busca impulsar nuevos usos para el metal rojo.
En conclusión, se deben abrir mercados para nuevas materias primas, distintas al cobre; el futuro del país, en el largo plazo, está en el litio del norte y el petróleo austral, pero debemos aprender la lección, y desde hoy innovar en tecnología para mejorar procesos sustentables y amigables con el medio ambiente, buscando romper el estigma de "país exportador de materias primas".