Simplemente don Elías
DEPORTES. Un estadio lleva su nombre, sus pies están como registro histórico en el Maracaná; hicieron sambas en su honor; le ofrecieron ser ministro, candidato a cualquier cosa... Pero no. Este es el mejor futbolista chileno de todos los tiempos.
Elías Ricardo Figueroa Brander abre los ojos más de lo habitual y por algunos minutos desaparece el caballero al que estamos acostumbrados a ver. Su memoria retrocede poco más de cuatro décadas y comienzan los detalles: está en el camarín y tiene tomado del cuello a un compañero de equipo al quien pide explicaciones por haberlo llamado 'filho da puta' en la cancha.
Don Elías llevaba pocos días en Brasil, como la flamante incorporación del Internacional de Porto Alegre, pero ya dejaba en claro quién mandaría en ese vestuario, igual que en el Peñarol de Uruguay, Wanderers y La Calera.
El mejor futbolista chileno de todos los tiempos es un señor con letras grandes, un líder innato, alguien con objetivos y si eso implicaba ser malo, muy malo en algunas ocasiones, sabía bien cómo debía hacerlo.
Figueroa nació en el puerto principal en 1946 y en su currículum sólo hay letras de éxito. El mejor futbolista del mundo en 1975 y 1976, tres años el mejor de América, dos años el mejor de la liga brasileña y dos años mejor central del mundo. Es por lejos el defensor que mayor cantidad de preseas individuales posee en la historia del fútbol, superando incluso a dos campeones del mundo: el alemán Franz Beckenbauer y el argentino Daniel Passarella, que lo han considerado como el mejor en su posición.
Elegante y efectivo.
La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol lo reconoce como el octavo mejor jugador sudamericano del siglo XX (en un ránking que lideran Pelé y Diego Maradona, dos a los que enfrentó).
O' iluminado
¿A quién veía usted cuando era niño?
-No tuve un referente porque yo empecé jugando al arco; no me dejaban correr, porque me venían los ahogos del asma y mi mamá me hacía los vahos de manzanilla. Por eso tenía que ser arquero. Luego jugando en la calle se me ocurrió correr y como no sentí nada, empecé a jugar como volante, tanto defensivo, como ofensivo hasta que el ayudante técnico de Wanderers me vio y me llevó al equipo y con 15 años pasé al primer equipo. No era titular, pero ya estaba allí. Entonces pasó que me incluyeron en una selección de Valparaíso y en un partido no llegó el zaguero centro y me agarró el técnico: 'vos grandote juegas de central'; yo no quería, pero tuve que hacerlo, a riesgo de que no me dejara jugar.
¿Y de ahí no salió más del puesto?
-Nunca más.
¿Es probable que las características que lo definieron como jugador tenga que ver con su juego de mediocentro?
-Claro, porque yo salía jugando… Aunque a veces se me pasaba la mano. De Wanderers me pasaron a Calera y la prensa hablaba de mí, de este cabrito, sobre todo cuando le ganamos a Colo Colo en el Estadio Nacional. Dentro de ese partido, hubo una jugada en el área chica. Yo la paro y veo que se me viene encima Walter Jiménez, amago el pelotazo, pero se la paso entre las piernas, y entonces me sale Roberto Frojuelo y hago otro túnel para salir jugando. Incluso los miré para atrás, todo canchero... entonces empezaron a hablar de mí, de este cabrito que salía jugando desde el fondo.
Por eso el apodo de 'Don Elías' le llega muy joven…
-Don Julio Martínez, o Hernán Solís, uno de los dos, dijo: estamos ante un gran jugador, un don jugador, don Elías y de ahí quedó, cuando tenía 17 años.
Figueroa, casado a los 16, regresó al Wanderers, el equipo de sus amores, y comenzó una carrera de éxitos que incluso lo llevó al Mundial de Inglaterra, con menos de 20 años. En una gira sudamericana, se lo pelearon Independiente de Avellaneda, River Plate y otros, pero se fue al Peñarol campeón del mundo, después que el presidente del club aurinegro lo fuera a buscar a Buenos Aires y se lo llevara en un avión privado a Montevideo.
Hoy reconoce que está en la duda si aquellos fueron sus mejores años, incluso por sobre las temporadas en Río Grande do Sul. En tierras orientales ganó dos campeonatos nacionales y una Súper Copa al Santos de Pelé.
Fue allá que le llamaron 'Míster lujo'.
Cuando el chileno dejó al elenco carbonero incluso hubo disturbios en el aeropuerto, varios hinchas rompieron sus carnet de socios indignados con la partida. Figueroa pudo elegir el Real Madrid, pero el campeonato brasileño pagaba mejor y allí estaban los mejores futbolistas del planeta.
Todos destacan su elegancia, pero también que era muy guapo en la cancha.
"El paso por Uruguay me sirvió. Al Peñarol que yo llegué con (el arquero) Ladislao Mazurkiewicz, Matosas, Forlán, Spencer y Joya, entre otros… Acostumbrados a ganar en cualquier parte. En el verano nos íbamos de gira a Europa y enfrentábamos al Real Madrid, Barcelona, PSG y Bayern München, en hexagonales, cuadrangulares, jugando con los mejores".
"A Uruguay llegué jugando sin canilleras y en el primer partido un delantero del otro equipo me daba unas patadas terribles y me decía 'chileno cagón'. Así que tuve que reaccionar. A la vuelta le di un codazo y le reventé el labio. Ahí empecé a pegar. Así también eliminamos a la Universidad de Chile por la Libertadores acá en Santiago, con puros juveniles y tres extranjeros. Al otro día pusieron en el diario: 'Nos cambiaron a Elías Figueroa' porque los agarré con todo; reventé a dos o tres fuera del área. Además, jugaba contra los chilenos y era la única forma de demostrar que era derecho, porque los de la 'U' me pedían que los dejara pasar", cuenta.
Brasil
Tras cinco años en Montevideo, ciudad a la que arribó como veinteañero, llegó a Brasil. Peñarol entró en complicaciones económicas y no pudo retenerlo. En noviembre de 1971 arribó al Internacional y al momento de presentarlo su DT dijo:
"Sólo tuve que darle la camiseta y simplemente le indiqué que tratara de jugar... Con los cracks auténticos uno tiene que hablar muy poco".
Y llegó a Brasil a un equipo que nunca había salido campeón...
-Me tocó difícil y también tuve que imponerle, saqué la 'charrúa'.
¿Es verdad que en el primer partido se agarró con un compañero?
-Claro. Lo que pasa es que me empezó a gritar y me llamó 'filho da puta'. Terminó el primer tiempo y lo agarré del cuello y lo levanté de la camilla en el vestuario. Se armó la grande. Llegué a la casa y pensé que me echaban del club, pero yo quería el bien del equipo. Al final el DT y dirigentes me dieron la razón y a las dos semanas ya era capitán del equipo.
¡A las dos semanas! ¿cómo construyó ese liderazgo?
-Fíjate que en todos los equipos que jugué, terminé de capitán. En la Selección del Mundo. ¿Capitán? Elías Figueroa. ¿Vicecapitán? Johan Cruyff. Jajaja y Johan sólo me miraba.
Don Elías dijo en Brasil una frase que es recordada hasta el día de hoy. "El área es mi casa y ahí entra el que yo quiera". Esa fama de duro lo hizo recorrer el mundo, incluyendo tres campeonatos mundiales, Inglaterra 66, Alemania 74 y España 82... Y sólo fue expulsado una vez.
¿Su mejor época fue en Brasil?
-Estoy muy en la duda si fue Uruguay o Brasil, porque en Uruguay maduré. Estábamos todo el verano europeo en giras, lo pasábamos muy bien. Y eran partidos lindos y me agrandaba en esos partidos. A Brasil llegué canchero, traía más personalidad, me agarré a combos...
Le tocó jugar con la mejor generación brasileña de la historia…
-Pelé, Gerson, Palinha, Rivelinho, Jairzinho, Tostao, pucha… Y para ser elegido el mejor de todos… Cuando lo pienso, es muy bonito.
¿Y cuál fue el mejor equipo?
-No sé si Peñarol o Inter. En Inter lo ganamos todo. ¿Tú has visto el 'gol iluminado'?
Creo que todo Chile lo ha visto.
- Es que es muy raro, justo cae el rayo y para qué te cuento. Tú sabes que en Brasil son muy místicos, entonces la gente me traía las guagüitas para que las tocara, las embarazadas que les tocara la guatita. Fui símbolo sexual, lo pasé bien. Como dijo Pablo Neruda: 'confieso que he vivido'.
"El gol iluminado" se llamó porque, inexplicablemente, con un cielo nublado, Figueroa salta y cabecea iluminado por un rayo de luz. El testazo se va al fondo de las redes y en un estadio repleto, los colorados de Río Grande do Sul se consagran campeones de Brasil, por primera vez en su historia. El gol de Figueroa les dio el triunfo por la mínima ante Cruzeiro.
Así, para los hinchas, el defensa chileno adquirió características todavía más epopéyicas.
Figura
Figueroa es periodista de profesión y a esto suma cuatro años de leyes, lo que da cuenta de su sólida formación profesional. En Brasil era famoso por recitar a Neruda, lo que agigantaba su leyenda. La pasión que generaba era tal que en una ocasión le tomaron fotos desnudo desde un edificio cercano y las imágenes aparecieron en primera plana en el diario Zero Hora.
La Federación Gaúcha de Fútbol incluso suspendió la fecha por el impacto y el periodista Marco Aurelio, fanático de Internacional explicó que lo que querían hacer con la publicación era mostrar "que Figueroa es de carne y hueso".
El chileno no sabía nada de lo acontecido. Salió de su casa y sólo un comentario de un torcedor le llamó la atención: "ese trasero yo lo conozco", le repetía un hincha.
Recién en el camarín, tapizado con sus imágenes donde aparecía apenas cubierto por una toalla, le hicieron saber qué ocurría.
"Menos mal que estaba con una toalla. Después supe que tomaron las fotos con un teleobjetivo. Tiempo después fuimos a una ciudad en el interior, llegamos a un restaurante y la dueña, me ve, aplaude y les dice a todos: "¡Gente, llegó el rey desnudo! Por fin algo para nosotras" Y yo parado en la puerta con mi familia", recuerda y ríe a carcajadas.
En Brasil le ofrecieron nacionalizarse para que jugara con el Scratch, pero no lo pensó. Él era chileno y no se movería. Cuando Palestino lo fue a buscar, pasó algo similar. Le pusieron un cheque en blanco, para que quedara, pero ya quería volver.
De aquellos años es otra anécdota. Jugaba Chile y Argentina un amistoso; el partido termina 2 a 2 y un reportero de la revista El Gráfico le pide una foto junto a Diego Armando Maradona, que hacía sus primeras armas en la albiceleste.
"Elías, una foto con Maradona". El central chileno le responde: "Dile que venga".
El periodista va donde el 'Pelusa' y le pide lo mismo; la respuesta de Diego fue similar. "Decile que venga".
Sin dudas, habría sido una gran imagen.
Otra cosa que siempre se repite es que manejaba los partidos. Levantaba el brazo y el árbitro le pitaba a favor
-Siempre se habló de eso. Tenía cierta influencia, siempre fue así y hasta el final, con la experiencia. Decían que dirigía. Muchas veces cambiaba el sistema de juego que dispuso el DT, pero era porque no ocurría lo que estaba previsto y así ordenaba a los jugadores y los DT nunca me dijeron nada. Esa es la personalidad que falta hoy.
Óscar Malbernat, exDT del CDA, exjugador del multicampeón de la Libertadores con Estudiantes de La Plata, siempre decía que en Chile no se sabe quién es Elías Figueroa. Aún así da la impresión que con el tiempo se ha calibrado mejor su figura
-Con el correr de los años se ha hecho más patente. Además, la gente a mí me quiere mucho. Me respetan, se toman fotos, es impresionante. Los de arriba también, pero hay un poco de envidia.
Pero no siempre todo fue fácil. De pequeño sufrió asma, poliomelitis y todo indicaba que tendría serios problemas de salud. Ya de grande, casi en el ocaso de su carrera, fue estafado en Chile por un amigo que falsificó su firma y perdió el equivalente a "mil automóviles Opala". Unos dos millones de dólares de la época. Eso lo obligó a irse a Estados Unidos.
Esa fue una de las razones que lo obligaron a aceptar irse a la Liga Norteamericana y firmar por los Fort Lauderdale Strikers de EE.UU. Allá anunció su retiro de La Roja, pero nuevamente debió volver. El gordo Luis Santibáñez exigía su presencia para las clasificatorias del mundial ibérico.
Y, don Elías volvió, claro que por algunos meses más, a la elección y a Colo Colo.
Nueva vida
El crack se retiró el 1 de enero de 1983 tras un empate a dos goles entre el Cacique y la U. Reconoce que lloró por varios días, pero la compañía de la familia fue fundamental, además de la amplísima actividad pública que lo caracteriza.
Hoy dirige la Fundación Gol Iluminado, con la que ha hecho campeonatos internacionales de fútbol entre pueblos indígenas; es propietario de un colegio que atiende a menores con deficiencias y realiza mucha ayuda social, la mayoría de las veces, sin cobertura mediática, a exigencia propia.
Muchas veces le deben haber contado lo que muchos de sus hinchas sentían el día que usted se retiró…
-Era un drama. La gente lloraba, pero siempre pensé que estaba preparado y yo quería retirarme del fútbol, y no que el fútbol me dejara a mí, porque vi grandes estrellas muy mal, en la reserva, o hablando mal de ellos. Yo me fui cuando sentí que me costaban los entrenamientos. Siempre fui el primero en llegar y el último en irme. Y cuando sentí que me costaba, hablé con mi señora y me retiré. Y así fue, estando en Colo Colo, jugué mi partido y le dije al DT (Pedro García): 'este fue mi último partido'; no lo anuncié antes. Lo anuncié cuando terminé.
Me debían plata, pero no importaba. Ya me había retirado de la Selección Chilena, por eso me fui a Estados Unidos, aunque después regresé para jugar las clasificatorias al Mundial de España.
"A Uruguay llegué jugando sin canilleras y en el primer partido un delantero del otro equipo me daba unas patadas terribles y me decía 'chileno cagón'. Así que tuve que reaccionar. A la vuelta le di un codazo y le reventé el labio".