A 25 años de aluviones, definen zonas de amenaza
EMERGENCIA. Tragedia de 1991 y las lluvias del año pasado hicieron necesario elaborar un plan de evacuación y comenzar nuevas obras de control en dos quebradas.
Viviendas devastadas, autos enterrados, familias desesperadas buscando a sus cercanos entre el infame barro antes de secarse. Estos escenarios junto con 92 fallecidos y 16 desaparecidos fueron las principales fatalidades de los aluviones del 18 de junio de 1991 que golpearon a Antofagasta.
El viento tibio desde el atardecer del día anterior acompañado de la llovizna habitual fueron las advertencias mientras aumentaba la precipitación con el avanzar de los relojes hasta las 01.30 horas. Se cortó la luz y el ruido terrorífico desde el interior de las quebradas era la banda sonora de la tragedia barrosa.
La sorpresa se apoderaba de las personas, sobre todo aquellas del cerro. Luego llegó el horror al ver cómo la avalancha de lodo arrastraba casas con todo a su alrededor. Imágenes que nunca habían visto los antofagastinos, por lo que permanecieron latentes en sus mentes, con recuerdos colectivos de esa parte de la historia, como el niño que sobrevivió, flotando sobre una lavadora y la niña del milagro que encontraron en el sector del mall.
En esa época el programa Sábado Gigante de Canal 13 realizó una cobertura especial para ayudar cobijar a Antofagasta a través de la exhibición de la tragedia en los demás televisores del país.
Los calameños se hicieron presentes con víveres, como también los mineros de Chuquicamata que colaboraron en levantar viviendas de la golpeada y embarrada Perla del Norte.
Hace uno año estas oscuras emociones reflotaron en los antofagastinos con las precipitaciones del 25 de marzo (con 23,6 milímetros) y el 9 de agosto (con 10,6 milímetros), sólo que a menor escala, dado que la ciudad desde principio de los 2001 cuenta con cuatro vías aluviales. Algunas llenas de basura hoy, pero medidas de prevención finalmente.
Con estos antecedentes el Gobierno Regional pretende reforzar la seguridad y educar a la población con un plan de evacuación en caso de aluviones, a modo de evitar tragedias como la que sucedió hace 25 años.
Específicamente las primeras obras del plan comenzaron en las quebradas Uribe (sobre villa El Salto) y Farellones (sector norte) que reforzarán las existentes de La Cadena, El Ancla, Baquedano y Salar del Carmen.
La inversión de $54 mil millones de pesos para el plan, y $10 mil millones para esta primera etapa, fue esencial para iniciar las construcciones, que proyectan concretar a principio de 2017, en Uribe y Farellones.
Campamentos
El intendente Valentín Volta manifestó que "se inicia la construcción de seis obras de control aluvial para seis quebradas, pasando de proteger de un 30% de la población con las obras existentes a un 80% de población, que partimos con las quebradas Uribe y Farellones y finalizarán con otras cuatro en el 2018".
Al respecto, el seremi de Obras Públicas, César Benítez, indicó que los campamentos representan un riesgo latente en este aspecto, puesto "se ubican en los sectores aledaños a los bordes cerro y en el cono de eyección de las quebradas. Hay un trabajo de sensibilización con ellos y la Intendencia tiene planteada su reubicación a un campamento provisorio".
En relación a las obras, el director de Obras Hidráulicas del MOP, Manuel Gutiérrez, especificó que luego de concretar estas obras pretenden seguir en el sur con las quebradas El Toro, Jardines del Sur y Riquelme.
"Para que sea entendible estas obras son escalonadas en muros de disipación cada ciertos metros, que buscan contener y aminorar la energía del agua y el material pétreo, las rocas que vienen con ellas", especificó Gutiérrez.
Estaciones
Otra arista de este plan va ligada a una red de 21 estaciones meteorológicas, 14 enlazadas online, que cumplirán un rol de alerta, ya que una vez que registren 4 milímetros de agua por hora. Mediante un sistema de coordinación con la Onemi, se levantará una alerta temprana para que las personas evacuen ante un eventual aluvión.
De esta forma, las autoridades mejorarían su capacidad de reacción, como sucedió en la emergencia de Tocopilla del 9 de agosto del año pasado con una evacuación que evitó más de las siete muertes de esa ocasión.
Al respecto el director regional de la Onemi, Ricardo Munizaga, anunció que "como complemento está el trabajo realizado con los planos para evacuación por temas de fenómenos de aluvión, por lo que seguiremos realizando capacitaciones con los vecinos respecto a las distintas herramientas que poseemos para enfrentarnos a este tipo de emergencias".
"Es importante la inversión en obras de control y gestión de riesgo. Hoy dos contratos que suman cerca 10 mil millones de pesos en esta etapa, servirán para salvar vidas".
César Benítez, seremi Obras Públicas