El espíritu del "San Luis"
Dice el Padre Mario Vergara, en su reciente libro de memorias, que al vivir en nuestra ciudad como Profesor del Colegio "San Luis", aprendió, aquí, la fuerza de una tradición. Es lo que llamamos "el espíritu del San Luis".
¿En qué consiste "el espíritu del San Luis"? Procuramos definirlo. En primer término, ser "San Luisino" fue -y es-una manera de ser hombre comprometido con Cristo, en el servicio de los demás. Es ser hombre nortino en conciencia de Patria y de Paz. Y es, finalmente, ser hombre sin vanagloria, ansioso no por el por ciento, sino por la alegría de la hermandad que fortalecen la cordialidad y el desinterés.
Fundado por sacerdotes alemanes, bajo la inspiración de Monseñor Luis Silva Lezaeta, cobijó alumnos chilenos y bolivianos, en armoniosa lección de americanidad. Es un mérito que suelen olvidar los que glosan su historia. Allí, en el quehacer cotidiano, chilenos y bolivianos carecieron de fronteras y odiosidades: fueron, sencillamente, compañeros en la jornada de forjarse "hombres útiles".
En 1956, los viejos "San Luisinos" de entonces, Abraham Agüero, tronco firme del Colegio; Benito Pérez Zujovic, "Jano" Matínez Granada, Gustavo Gonzáles Vargas, Osvaldo Ventura López, Elías Zalaquett, nos impusieron una tarea de honor: escribir, cuando el San Luis cumplía 40 años un soneto que lo exaltara. Sería "tarea en limpio", que debería calificar nuestro Profesor de Castellano, el múltiple Don lucho Urzúa.
Aquella noche, en el desaparecido Club Radical, frente a la Municipalidad, Don Osvaldo Gómez Ansieta fue el símbolo del espíritu del "San Luis". En su bondad y saber, brindamos por todos los fundadores. Ahora, la Compañía de Jesús prosigue la siembra de 1916, fortaleciéndola con sus valores. Pensamos en el Padre Marambio, cuyo celo ató los dos tiempos del Colegio, enriqueciendo a nuestro puerto, en su batalla por sumar riqueza de espíritu, a los dones de esta tierra.
Andrés Sabella, 21. 06. 1980