La región juega en parte su futuro en la eventual ratificación de un protocolo en el que no participó. Aquel que pretende Corfo con la empresa Rockwood para la explotación del litio en el Salar de Atacama. El lector interesado en el detalle del acuerdo de febrero, puede recurrir a nuestro artículo publicado en el portal Crónica Digital.
En el mismo, objetamos que se conceda triplicar la producción, a base de carbonato e hidróxido de litio. Se trata de un magro aporte en relación a productos manufacturados tales como baterías de litio y cientos de aplicaciones industriales de alta demanda para la economía de este siglo. Además, este preacuerdo comprometería al Estado por otros 27 años, al cabo de los cuales habrán sido explotadas las reservas de fácil acceso.
En el litio, el atraso de Chile respecto a Argentina es evidente. La provincia de Jujuy, percibe un royalty por el litio; tiene derecho a un miembro en el directorio de la empresa extranjera y a una parte de la producción para crear valor agregado. Además, la estatal YPF, se asoció con la academia para crear una firma que pretende agregar valor al litio. Asimismo, en la Universidad de Jujuy, se encuentra en formación un instituto universitario con los mismos propósitos.
El litio debería ser explotado agregando valor, mediante una alianza entre actores públicos y privados. Para ella se cuenta con la Universidad de Antofagasta, donde existe un Centro de Investigación Científica en Litio y Minerales Industriales, que ya está generando baterías de litio, otro centro especializado en Medio Ambiente, un centro especializado con doctorado en Energías y una carrera de Ingeniería Comercial en Negocios Mineros.
Respecto al Salar de Atacama, aún no existe un diagnóstico global de su sustentabilidad ambiental. Habría sido prudente exigirlo a una comisión de gobernanza ambiental del salar, antes de otorgar nuevas concesiones.
De esta forma, el convenio reproduce la historia de la economía de enclave extranjera exportadora de materias primas y de ganancias. Por ejemplo, entre el 2009 y 2014, la proporción de cobre refinado ha caído desde el 61% al 48% del total de cobre producido desde Chile, debido al perfil de los proyectos del sector privado que autoriza el Estado.
Dr. Jan Cademartori
Economista y académico