¡Somos un pueblo que sueña!
A pesar del caballero que husmea rastros en infolios, Chile canta y se entrega a la pura mentira.
Poeta fue el mal llamado "Chango" López, soñando en su botecillo de nombre señero: "Halcón", en el oleaje macho del norte: "Halcón", en el prólogo del salitre.
Poeta era don José Santos Ossa, llevando la fortuna y la desgracia como dos ángeles sobre su frente.
Poetas todos los Juanes y los Pedro y los González que treparon El Morro, en la mañana asombrada de Arica; que se perdieron, cualquiera vez, en el mapa del mundo; que atajaron las balas con su hombría inmensa en los aguafuertes de las huelgas; que se desangraron medio a medio de la noche, bajo la equis instantánea de los cuchillos; que, muertos de hambre, comparten su pan; que mueren haciendo una sonrisa, como un epitafio adelantado y jovial…
El Semanario Ilustrado "Pluma y Lápiz" apareció el 2 de diciembre de 1900, siendo su cuerpo de redacción y colaboración, entre otros: Marcial Cabrera Guerra (Guerrette), Alberto Mauret Caamaño, Óscar Sepúlveda (Volney), muerto en Antofagasta, en ella anunció un libro que no publicó: "Cantos del Paraíso"; tuvo Sepúlveda gestos reivindicadores en la pampa; escribió con tinta romántica.
Con inspiración de pólvoras libertarias, Víctor Domingo Silva, acoge el llanto horrible de la pampa en "Hacia Allá" (1905), libro de páginas ardientes… Un poeta facturado por la ocasión, Clodomiro Castro, en Iquique, en 1896, escribió "Las Pampas Salitreras", poema en 5 cantos y en versos "rasos", como el mismo autor denominó los suyos: denuncia de dolor proletario, en versos mediocres.
Baudeleriano, con fortísimas tempestades anímicas, Alberto Moreno es el "poeta maldito" entre nosotros; su "Giganta" es una potente composición al margen de la del maestro de Las Flores del Mal: Neftalí Agrella seleccionó la obra de Moreno y nos mostró un temperamento de fuegos oscuros… Agrella publicó, en Valparaíso, 1925, "Poemas", libro de luces vanguardistas; libro memorable en su ámbito.
Andrés Sabella