José Luis Ramírez M.

Resultados dispares muestran las cifras operacionales de los dos aeropuertos de la región durante el primer semestre de este año.

Mientras el terminal de Calama creció un 7,6% en relación a igual periodo de 2015, el Andrés Sabella de Antofagasta anotó un descenso de 1,5%, manteniendo éste último un estancamiento que ya se arrastra por varios semestres.

En efecto, según cifras aportadas por las concesionarias, entre enero y junio de este año por el aeropuerto El Loa fueron embarcados 349.512 pasajeros, lo que representa casi 25 mil personas más que en el mismo periodo de 2015.

Por Antofagasta en cambio los pasajeros embarcados totalizaron 488.221, con un descenso de 7 mil personas respecto al año anterior.

Mirado más a largo plazo el fenómeno se acentúa. Según las estadísticas, considerando los últimos doce meses, en el aeropuerto de la capital regional los embarques cayeron un 4,5%, y en el terminal de El Loa subieron 6,7%.

Los aeropuertos de la región se han visto fuertemente afectados por el fin de las fases de construcción de algunos proyectos mineros y la baja general que presenta este rubro productivo.

Hay que precisar que los mismos concesionarios han estimado que cerca del 70% del movimiento que registran los terminales locales tiene relación directa o indirecta con la minería.

Hugo Hernández, gerente de operaciones del Consorcio Aeroportuario de Calama, que administra el aeropuerto El Loa, dijo que el repunte podría tener relación con el desarrollo de proyectos de construcción, fundamentalmente hoteleros, y cierto aporte adicional del turismo.

Menos proyectos

El responsable manifestó que si bien es importante recuperar los niveles de actividad de semestres anteriores, es difícil pensar en repetir las cifras que existían cuando en la provincia se estaban construyendo algunos grandes proyectos mineros, como ministro Hales o Sierra Gorda.

Por eso estimó que las cifras actuales (entre 55 y 60 mil pasajeros embarcados por mes), son los rangos normales para un terminal como el de Calama.

Aún así, Hernández dijo que es pronto para sacar conclusiones sobre el comportamiento del sector aeroportuario, sobre todo en momentos que los flujos aumentan por las vacaciones de invierno.

Por su parte, el gerente de operaciones (s) de la Sociedad Concesionaria Aeropuerto de Antofagasta, Germán Cathalifaud, explicó que las cifras de 2016 son muy parecidas a las del año anterior, asunto que valoró considerando el escenario actual.

"Con la situación de Antofagasta, podríamos haber esperado una baja mayor", comentó. Según las estadísticas de las concesionarias, el año pasado en el aeropuerto Andrés Sabella de Antofagasta embarcaron 995.533 pasajeros, mientras que en Calama lo hicieron 686.336 personas.

Con estos datos ambos terminales se ubicaron en el segundo y tercer lugar nacional (en pasajeros embarcados) detrás del aeropuerto de Santiago.

488.221 pasajeros embarcados tuvo el aeropuerto Andrés Sabella entre enero y junio de este 2016.

En 2014, la Organización Mundial de la Salud confirmó que la resistencia bacteriana a los antibióticos se convertía en una crisis, declarando que incluso, enfermedades que creíamos simples, como las causadas por heridas leves, podrían convertirse de nuevo en amenazas.

Por esto, investigadores del Centro de Biotecnología y Bioingeniería de la Universidad de Chile, liderados por el premio nacional de Ciencias y presidente de la academia chilena de Ciencias, doctor Juan Asenjo, se encuentran desarrollando un estudio de los microorganismos de ambientes extremos, entre ellos el Desierto de Atacama, donde se han descubierto bacterias con poderosas propiedades.

"Es importante saber que no todos esos antibióticos son de alta eficacia o de amplio espectro. Pero también se han descubierto bacterias que producen agentes anticancerígenos, las atacaminas A, B y C, cuya capacidad antitumoral aún está siendo estudiada", explicó Asenjo.

Sobre el Desierto de Atacama agregó que hasta hace unas décadas se pensaba que era completamente estéril. Ahora se sabe que es rico en vida microscópica. Explicó que se encuentra en preparación la toma de muestras submarinas de la Fosa de Atacama, de 8.065 metros de profundidad "esto, porque -por ejemplo- las bacterias que habitan esos ambientes extremos producen metabolitos para protegerse y sobrevivir.