"Apoyo los dichos del fiscal regional en cuanto a poner mano dura en el Barrio Rojo, que haya una fiscalización más fuerte", comentó Andrea Alvarez, dueña de casa y madre de cuatro hijos, quien piensa que el centro de Antofagasta necesita mayor vigilancia, especialmente durante las noches.
Esta semana, Alberto Ayala se pronunció respecto al funcionamiento del denominado Barrio Rojo, precisando que era partidario de controlarlo, porque históricamente esto es imposible de combatir.
"Quienes creen que se puede eliminar no entienden lo que es un fenómeno delictivo. Lo que pretendo es tener un control regulatorio fuerte para contener el microtráfico y el tráfico de drogas, hacer juicios y condenar", aseguró.
Dio a conocer que próximamente se reunirá con los jefes de Carabineros y de la PDI, a fin de abordar este tema, y analizar cómo podrían trabajar de mejor forma allí, considerando la aplicación del control preventivo de identidad. Agregó que hay que actuar de manera eficiente pero también con el respecto a las garantías de las personas.
Inseguridad
Los antofagastinos que a diario transitan por el sector céntrico tienen una opinión sobre lo que sucede allí. Todos coinciden en que debe haber una intervención más profunda para recuperar esos espacios ciudadanos.
La comerciante María Ximena Sepúlveda dijo al respecto que debe haber mayor control de las personas que ejercen el comercio sexual. "Sabemos que hay menores de edad ejerciendo la prostitución y también se ve mucha delincuencia".
Comentó que especialmente en las noches y durante la madrugada se hace necesaria la presencia de más policías. "En definitiva ellos son nuestra única defensa", acotó.
La docente, directora del Liceo de Niñas "Marta Narea Díaz", Jacqueline Gómez, precisó que esperan controles sistemáticos, sobre todo, en horarios nocturnos, lo que permitiría dar mayor seguridad a la ciudadanía. "Sin embargo, es necesario reformular la normativa legal que dé respuesta real a las problemáticas que hoy hay en la ciudad", agregó.
Para Marcelo Biaggini el problema en el Barrio Rojo comenzó a incrementarse con la llegada de tantos extranjeros. "Cuando uno va de noche al centro, a calle Condell especialmente, es como ir a la boca del lobo. Se hace necesaria la presencia de más policías", puntualizó.
Si bien cada cierto tiempo las autoridades realizan fiscalizaciones, la comunidad pide un incremento en los controles policiales, laborales y sanitarios de la zona céntrica.