Tamara Miranda Varela
Jorge Zúñiga se define como un experto en errores. Se equivocó más de 100 veces para llegar a lo que ahora es una revolución para la ciencia y tecnología.
Se trata de la mano biomecánica "Cyborg Beast", prótesis de bajo costo que fue nominada dentro de los cinco mejores inventos de 2014.
La mano fue elaborada por impresión 3D en plástico ABS y fue destinada en un principio, a menores. Además, tiene diseños personalizados a la imagen de una extremidad de superhéroe. "Eso fue una idea de mi hijo", comentó entre risas.
El diseñador de esta prótesis es oriundo de la comuna de El Bosque, sector sur de Santiago y estudió en un colegio técnico en La Pintana. Por lo tanto, vio la pobreza de cerca. Esto, lo llevó a donar su invento. "A mí no me lo contaron, yo lo viví.", dice.
En el Congreso del Futuro realizado en Santiago, Jorge Zúñiga agradeció a sus padres por la oportunidad que le dieron de estudiar. Su madre, contó en esa oportunidad, es auxiliar de aseo en el Registro Civil y su padre un pensionado de la Fuerza Aérea.
Es doctor en Fisiología y magíster en Ciencias de la Universidad de Nebraska y está radicado en EE.UU.
Su visita a Antofagasta fue en el marco del seminario de Innovación Social "Tecnología e innovación en la solución de problemas sociales" organizado por la Universidad Santo Tomás y Corfo.
¿De dónde nació la idea de crear esta prótesis?
-Esto nació de un proyecto que hice con mi hijo en el verano. Vimos que se hizo en Sudáfrica y decidimos hacerlo un poco mejor. Y la verdad es que yo como científico e investigador me puse hacer una mano bastante sofisticada. Y tuve la gran oportunidad de que mi hijo viera esa mano y me dijera que no iba a funcionar. Luego, él me mostró un transformer y me dijo "así tiene que ser la mano".
Quisimos hacer una mano que fuera atractiva para los niños porque así iba aumentar la retención de este dispositivo. Luego después de seis meses probamos la mano y publicamos los archivos online. La gente siempre me pregunta por qué y la respuesta es bastante simple: soy chileno y entiendo la necesidad. A mí la pobreza no me la contaron, yo la viví. Y por lo tanto entiendo que si hay algo que puedo hacer por ayudar, lo voy hacer.
En su exposición dijo que la mano es un elemento muy complejo de poder imitar. ¿Cuál fue la dificultad de hacer estas prótesis con un dedo pulgar?
-La impresión 3D necesitaba una base plana. Por ejemplo, si tú imprimes una mano de forma horizontal, el dedo pulgar tiene que estar adjunto y así lo hicimos por uno o dos años. Luego encontramos una forma de impresión vertical y tuvimos que cambiar el diseño. Eso nos ayudó a innovar, pero los errores que cometimos fueron los más importante. Yo soy un experto en errores y fallos, pero después algo pasa que funciona y de eso nos afirmamos.
¿Cuánto demoró en realizar este invento?
-Entre seis a ocho meses.
¿Cuánto demora más o menos en construir una prótesis?
-Demora aproximadamente seis a 12 horas. Depende del porte: si es para un niño de cuatro años demora seis horas, si es más grande hasta 12 horas.
Ideas
¿Qué proyecciones tiene para hacer prótesis de pierna o de otro tipo?
-Eso es lo que estamos haciendo. Intentamos hacer elementos de prótesis de extremidades inferiores y eso es complejo porque hay que validar el material, las máquinas con las que se imprime y el dispositivo. En EE.UU. la FDA es bastante exigente, ahora estamos validando máquinas, entre otras. Eso nos tomará entre un año o un año y medio.
¿Cuáles son los costos de esta prótesis?
-El costo en material son alrededor de $32.000. Encontramos que aún es muy alto, por lo tanto estamos tratando de bajarlo.
¿Qué lo motivó a donar su invento?
-Soy chileno. Tuvimos una oferta bastante importante por la patente y en esos momentos uno se tienta porque tengo familia e hijos. Y pensé en recibir esos dineros y trabajar en otros proyectos, pero ahí es donde viene la calidad humana. Nosotros conocemos la necesidad, a uno no se la cuentan y cuando pasa eso uno mira la vida de manera distinta. Como familia tomamos esta decisión y mi hijo, uno de los gestores del proyecto, me preguntó que iba a pasar con los niños. Esa pregunta me marcó porque cuando uno vende el invento, las empresas lo patentan y toman control. No estoy en contra de eso, pero en ese momento era importante que este conocimiento fuera del mundo.
Hay algunas empresas que cambiaron el nombre e intentaron mejorar el proyecto...
-Eso es algo que va a quedar. Por eso estamos dando esperanza y es importante que la gente se de cuenta que ser pobre o tener necesidades económicas no significa que uno no sea inteligente, significa que hay un corazón y nunca hay que olvidarse de eso.
Familias
¿Las familias cómo podrían acceder a estas prótesis?
-Actualmente estamos trabajando sólo con instituciones médicas, no trabajamos con la gente directamente. Lo bueno sería que si alguien tiene una necesidad de prótesis, se contactara con el médico responsable y por intermedio de la Teletón, podemos hacer nexos para que la persona tenga lo que necesite.
Usted tuvo algún acercamiento con una persona discapacitada que lo llevó a realizar esta prótesis...
-La verdad es que no. Los chilenos viven de cerca la discapacidad con la Teletón. Hay una mentalidad muy distinta en relación a otros países. Sabemos que las personas en situación de discapacidad son personas como cualquier e incluso pueden ser parte de nuestras familias. Los gastos que tienen que hacer a veces son muy impactantes. En otros países eso no existe.
¿Cómo ve usted el reconocimiento de que su invento esté dentro de los cinco mejores del mundo?
-Es algo inusual. Nos pilló por sorpresa porque no me lo esperaba. Han pasado dos años y aún no lo creo. Claramente es un logro y eso nos motiva a cumplir un objetivo para las familias.
"Esta prótesis no genera un cambio muy grande en los niños. No estamos solucionando el mundo. A veces se les mejora más la calidad de vida a las familias más que al propio niño"."