"ARI-dos Senderos"
Querido hermano Andrés, en tu luz he escrito un reconocimiento al doctor Antonio Rendic Ivanovic, a quien bellamente llamasteis Antonio de Antofagasta.
Mi obra "Ari-dos senderos", que representa las iniciales de su nombre y apellidos, ARI, y en su eterna dicotomía del "dos" que, se transforma en "áridos", roca y arena angular de toda construcción; pero, en mis testimonios intento construir "senderos" de espiritualidad.
Escribo a quien , en el puente misterioso de vida- muerte, tendrá cada día mayor trascendencia en su poesía y obra, porque, , ni las fronteras del tiempo, ni las trincheras de la mediocridad, tendrán mayor trascendencia que su poesía y obra misma, porque desde las entrañas de la tierra en el canto y danza a nuestro pueblo, siempre supo, como Tú, hacia donde iban vuestros versos, y así también, el pueblo siempre sabrá dónde encontrarles.
Antonio, enseñó siempre que Antofagasta, era tierra de esfuerzo y vigor; y nunca silenció su voz ante las injusticias y el dolor. Nos enseñó, desde su espíritu de hombre libre, que debíamos reconocer, valorar y cantar a la mujer y romper el silencio de la injusta mordaza que ha atenazado por siempre a nuestra compañera que nos ha enseñado a mirar el mundo con mágica sensibilidad y luminosa verdad.
Antonio, nuestro Ivo Serge, al igual que tú, Andrés, partió silencioso. Pero el sonido de sus versos nos acompañaré siempre.
Por sus enseñanzas Rendicino-Sergianas, nuestro Hermano, Caballero del Ancla, como Tú, permanecerá en mis letras como un canto de oración universal para revalorizar la esencia humana.
Por ello, Andrés, os digo que "ARI-dos senderos" es el canto del hombre que, desde la figura de A.R.I., busca senderos esperanzadores de nuevos mañanas hacia el gobierno del alma, para una patria universal, sin fronteras ni trincheras, en que los hijos de esta tierra tengan un mismo cielo y un mismo sol, que los cobijará por siempre en el poder de los poderes: el amor.
Jorge Tapia Guerrero