Tamara Miranda Varela
Chile, entre el sector público y el privado, invierte cerca del 6,9% en la educación de los niños y jóvenes del país, una cifra bastante menor a la de Finlandia, donde sólo el Estado destina el 13% de su presupuesto anual a esta materia.
Lo anterior, llevó a Finlandia a posicionarse dentro de las mejores educaciones del mundo, con un modelo digno de imitar.
El embajador de este país, Mika-Markus Leinonen contó que este modelo fue adaptado hace más de 40 años.
Por años, Finlandia fue el segundo país más pobre de Europa. Por lo tanto, explicó el embajador, tuvieron que buscar una alternativa para salir de esa situación. "Lo hicimos invirtiendo en infraestructura y educación, con eso pudimos dejar de depender de la agricultura. Ahora vendemos alta tecnología", comentó.
¿Cuál es el desafío que tiene Chile en esta materia?
-Su desafío es capacitar más profesores. Nosotros podemos servir como punto de referencia porque nosotros reformamos nuestro sistema educativo (...) lo primero que necesitas saber es qué es lo que quieres, tener un objetivo. Es decir, ¿qué quiere ser Chile cuando grande? Sabiendo eso, sabrás cómo construir un sistema educativo.
¿Se puede replicar el modelo en Chile?
-No se puede replicar porque Chile aún es un país subdesarrollado. Sin embargo, hay puntos en común y pueden ver si algunas soluciones les pueden servir, pero adaptadas a la realidad de Chile. Uno no puede ir a Finlandia y traer un paquete educativo porque no va funcionar. Hay que adaptarse a la condición local. Hay que invertir mucho.
En Chile se está discutiendo una nueva reforma educacional...
-Nosotros no podemos tener una opinión respecto si la educación tiene que ser pagada o no. Lo que importa es que sea de calidad y equitativa. Chile tiene que encontrar la manera para cumplir con esos dos requerimientos.
En nuestro caso, elegimos un sistema gratuito para los alumnos, pero una inversión tremenda del Estado. Es el 13% del presupuesto total de la nación, pero nosotros no lo vemos como un gasto, lo vemos como una inversión, porque nos va a rendir en los próximos años. Todos los jóvenes tienen que tener al menos la posibilidad de entrar a una universidad. Eso es muy importante.
¿Cómo funciona este modelo educativo?
-En Finlandia el camino educativo comienza a los siete años, porque pensamos que antes de eso, los niños tienen que jugar. Ese es un derecho. Hay que dejar que los niños sean niños. Entonces cuando llegan al colegio a los siete años, su capacidad de aprender incrementa porque su cerebro está formado para recibir lo que viene. Nosotros tenemos jardines infantiles y educación parvularia, pero les enseñamos jugando a través de ritmos. Así aprenden a ser responsables.
Periodos
El periodo de colegio de los alumnos finlandeses tiene una duración de nueve años. Luego, deben optar por alguna universidad y dar un test para ingresar.
El embajador de Finlandia aseguró que la educación superior tiene cierta flexibilidad. Es decir que si al alumno no le gustó su carrera, puede cambiarse sin problema. Lo mismo pasa para aquellos que prefieren la educación técnico profesional.
También contó que sólo el 3% de los estudiantes decide no estudiar. "No se puede perder ningún elemento. Por lo tanto tenemos que seguir invirtiendo", comentó.
Por último, la autoridad diplomática aseguró que la base de los cambios está en los profesores. "Sería bueno que quizá hicieran una reforma enfocada a ellos", sostuvo.
"Chile tiene que encontrar la manera de tener una educación de calidad y equitativa para todos los estudiantes del país".
Mika-Markus Leinonen, Embajador de Finlandia"