Destrucción y al menos 159 muertos deja sismo de 6 grados en Italia
DAÑO PATRIMONIAL. Amatrice, una de las localidades más afectadas, albergaba históricos monumentos arquitectónicos de los siglos XIII y XVIII.
Un potente sismo sacudió el centro de Italia la madrugada de ayer, derribando edificios en varias ciudades mientras los residentes dormían. Al menos 159 personas fallecieron en tres de las localidades más afectadas, donde equipos de rescate se apuraban para sacar a los sobrevivientes de entre los escombros.
"Este poblado ya no existe", dijo Sergio Perozzi, alcalde de una de las localidades, Amatrice. "La cifra de muertes seguro aumentará", agregó.
El movimiento telúrico de magnitud 6 se produjo a las 3.36 horas de la madrugada (1.36 GMT) y se sintió a lo largo de una amplia sección del centro de Italia, incluida Roma. El temblor se notó más allá de la región de Lazio, en Umbría y Le Marche, en la costa del mar Adriático.
Las localidades más afectadas son Amatrice y Accumoli, cerca de Rieti, a unos 100 kilómetros al noreste de Roma, además de Pescara del Tronto. La agencia de protección civil italiana apuntó que centenares de heridos y miles de residentes necesitan alojamiento temporal.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, llegó a la zona y prometió que "ninguna familia, ninguna ciudad quedará atrás".
El centro de Amatrice quedó arrasado, con edificios enteros reducidos a escombros, una nube de polvo en el aire y un intenso olor a gas.
Piedras y trozos de metal cayeron sobre las calles, mientras los aturdidos residentes se congregaron en plazas. Más de 40 réplicas remecieron la región durante la jornada, algunas con una magnitud de hasta 5,1.
"El techo entero se vino abajo, pero no me golpeó", relató la residente Maria Gianni. "Conseguí poner una almohada sobre mi cabeza y por suerte no me hizo daño, solo tengo una herida leve en la pierna", añadió.
Otra mujer, sentada frente a su destruida vivienda con una manta sobre sus hombros, dijo que no sabe qué fue de sus seres queridos. "Este era uno de los pueblos más bonitos de Italia y ahora no queda nada", manifestó, demasiado consternada para dar su nombre. "No sé qué vamos a hacer".
Al alba, residentes, operarios de protección civil e incluso sacerdotes comenzaron a retirar escombros con palas, excavadoras y hasta con las manos para intentar localizar a sobrevivientes. Hubo un suspiro de alivio cuando sacaron a una mujer viva de debajo de un edificio, seguida por un perro.
Pero a pocos kilómetros al norte, en Illica, la respuesta tardó más, mientras la población esperaba angustiosa a que sus seres queridos sean extraídos de las ruinas. "Vinimos a la plaza y esto parecía el infierno de Dante", comentó Agostino Severo, habitante de Roma que estaba de visita en Illica.
La devastación recuerda a la causada en 2009 por un sismo que mató a más de 300 personas en L'Aquila y sus alrededores, a unos 90 kilómetros al sur del último epicentro. L'Aquila envió equipos de rescate a la zona para ayudar en las tareas.
"No sé qué decir. Estamos viviendo una inmensa tragedia", apuntó Savino D'Amelio, cura en una parroquia de Amatrice.
Los residentes sacaban a sus vecinos de entre los escombros con sus propias manos por la tardanza de los equipos de rescate. Imágenes aéreas tomadas por bomberos mostraban gran parte del pueblo derruido.
Patrimonio afectado
Además de pérdidas humanas hubo daños patrimoniales importantes. Amatrice y Accumoli eran, hasta ahora, dos enclaves ricos en historia y cultura, rodeados por la naturaleza montañosa de los Apeninos.
Ametrice albergaba monumentos arquitectónicos bien conservados, la mayoría datados entre los siglos XIII y XVIII, y de estilos diferenciados como barroco o renacentista.