El estudio 'Barómetro de Antofagasta', realizado por el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte y Mori Market Opinion Research International dio cuenta que el 59% de los habitantes de la Región de Antofagasta no está 'satisfecha' con el aporte realizado por la minería al desarrollo de la zona.
La cifra es sorprendente y para muchos puede ser preocupante, considerando la relevancia de la actividad y el crítico juicio que existe en un territorio que es precisamente minero.
Pero en la investigación se da cuenta del deterioro en imagen que registra la industria, especialmente en nuestra zona, que percibe que no existe un trato adecuado para la sociedad local.
Y debe insistirse que se trata del escenario regional, ya que cuando se pregunta por el aporte realizado al país, se reconoce el enorme aporte que hace la industria al desarrollo y economía de la nación.
No está de más citar que la cifra es francamente impresionante, más cuando Antofagasta es la zona que más vínculos tiene con la minería, al punto que explica sobre el 60% del PIB regional. La capital regional, Calama y todo el territorio se explican por la existencia de esta industria.
¿Qué pasa entonces?
Entre las respuestas destaca la hecha por el intendente Valentín Volta para quien los "temas medioambientales" y el "desarraigo" que caracteriza a la actividad, explicarían el actual estado de las cosas.
El empresario Osvaldo Pastén, ahondó en el punto. "El alto porcentaje de insatisfacción de la población es una evidencia de que la política de no arraigarse al territorio y su gente está causando impacto. Asimismo, deben revisar el estilo de liderazgo que quieren proyectar".
Evidentemente la ciudadanía espera mucho de la actividad, no sólo empleos y bonos, sino un vínculo simétrico, estrecho y comprometido, que no siempre se traduce en mayor dinero.
La paradoja de Antofagasta, la ciudad más rica de Chile, producto de la minería, pero con déficit importantes y lejana a estándares mundiales, exige una mayor sensibilidad de las empresas, algo que definitivamente no parecen estar entendiendo.