"Rumbo a Rusia 2018"
Comentarista
deportivo
Ha bastado una derrota frente a Paraguay 2 a 1 para que la decepción y desasosiego se instalara en la hinchada nacional. ¿No será que nos habíamos acostumbrados a ganar y que la suficiencia se instaló incluso en los futbolistas?
El exceso de confianza y la falta de humildad siempre es una mala compañera de viaje. Las expectativas eran muy altas y ahí estuvo la trampa. Era como ganar sin bajar del avión. Si revisamos la estadística en detalle del grupo sudamericano, veremos que Chile es el segundo equipo más goleador con 13 dianas, solo detrás de Brasil, pero a la vez muestra una enorme carencia defensiva con 12 goles recibidos, comparado con los dos primeros, Argentina que ha recibido 4 goles o Uruguay con 5. ¿Es la defensa el talón de Aquiles de Chile? ¿Fue Toselli el culpable? ¿O fuimos demasiados soberbios al creer que por ser bicampeones los rivales se asustarían?
Se han jugado 7 partidos y la fase clasificatoria consta de 18 jornadas y acaba en Octubre del 2017. Es decir, faltan 11 partidos que son 33 puntos en disputa y decir algo hoy, es demasiado aventurero. El equipo nacional es un grupo excepcional con mucho bagaje y experiencia en disputar partidos importantes.
Este martes recibimos a Bolivia y en principio es un partido que por categoría individual y colectiva se debe ganar, pero jugando desde el respeto al rival y a los principios técnicos-tácticos a los que está acostumbrada la oncena nacional. Recuperar esa actitud aguerrida y solidaria por recuperar balones.
La "marea roja" debe ahogar al rival. Es decir, volver a los orígenes. A esa presencia agobiante en cada parcela del campo de juego.
Nuestros rivales más cercanos Colombia, Ecuador y Paraguay juegan de visita y es muy probable que pierdan y dependiendo de los goles, Chile saltaría al cuarto lugar empatado con alguno de ellos. Pero eso es solo en el papel. Los partidos deben de jugarse y no especular con lo que pueda pasar.
Alberto
Pescio