Dániza Urrutia Sepúlveda
Hace más de 40 años que Verónica Gutiérrez vive con su esposo e hijos en calle Victoria 150 de la población 'Los Pinares'. Construyeron su casa a base de esfuerzo y persistencia. Sin embargo, todo dio un vuelco, ya que un incendio redujo a cenizas el esfuerzo de sus vidas.
Por causas que son investigadas, a las 6 de la mañana del jueves el fuego alcanzó viviendas y un taller mecánico de calle Victoria y el pasaje Lautaro Espíndola. No pudieron salvar nada y el resultado fue un trabajador fallecido, Leonel Mau Muñoz (52), tres lesionados, cuatro vehículos y un bus quemado, y más de 30 damnificados.
Hasta el lugar debieron concurrir las ocho compañías de bomberos de la ciudad, ya que el fuego amenazaba con propagarse a casas contiguas.
Verónica Gutiérrez saca fuerzas de donde no tiene para mantenerse en pie. "El fuego tomó el costado de la casa. Mi hijo despertó poco antes de las seis, y nos avisó que saliéramos porque se estaba quemando la casa. Lo único que pudimos hacer tomar a la guagua de mi hija y quedarnos en la calle", confidenció.
Mecánico
Recuerda que su esposo y su hijo intentaron hacer algo pero el fuego envolvía todo. En cosa de minutos perdieron dos camionetas, un auto cero kilómetro que su hija había comprado antes de las fiestas, y un taxibús. Un arrendatario también perdió su camioneta.
"Es tan difícil avaluar las pérdidas porque son 40 años de trabajo. Nos va a costar mucho recuperarnos. Pienso que serán unos $500 millones considerando las casas, el taller y la residencial que habíamos habilitado", dijo angustiada.
Sin embargo, hizo una reflexión. "Lo que nos pesa más aún es la muerte de Leonel. Era un buen amigo, tantos años que lo conocíamos junto a su familia. Era chofer y mecánico. Lo más terrible es que él ayudó a los otros dos arrendatarios a salir de la residencial, pero quizás se devolvió a buscar algo y allí fue alcanzado por el fuego", comentó Verónica Gutiérrez.
Los vecinos que resultaron damnificados están siendo apoyados por la junta de vecinos de la población. El vicepresidente Alberto Longa destacó la solidaridad de la gente que en forma espontánea llega a la sede social a dejar víveres y ropa para los afectados.
"Son más de 30 damnificados y por eso estamos apoyándolos. Quedaron sin nada, pero hay harta motivación para ayudarlos. Estamos recibiendo mercadería y ropa que es clasificada por miembros de la directiva y vecinos", explicó.
Los afectados por el incendio hicieron una crítica respecto a la demora de parte de bomberos para controlar la emergencia.
Dijeron que a los primeros carros en llegar se les terminó el agua, los grifos no funcionaron, por lo que tuvieron que esperar apoyo de otras compañías.