El cáncer mamario en Chile se ha convertido en un serio problema de salud. Cada año se diagnostican alrededor de cuatro mil nuevos casos de esta patología que cobra las vidas de 1.400 mujeres en el mismo periodo, convirtiéndose así en la segunda causa más común de fallecimientos del género femenino en nuestro país.
En Antofagasta, los antecedentes son también críticos. Son 33 las mujeres que mueren en promedio en la región durante cada año, según datos del Ministerio de Salud. Los mismos demuestran que el mal ha aumentado en Chile más de un 20% en las últimas décadas. Hace 20 años 1 de cada 34 mujeres tenía riesgo de desarrollar un cáncer de mama, hoy ese riesgo es 1 de cada 10 mujeres. Por ello, 1.297 mujeres mueren al año por esta enfermedad (3 al día).
Según antecedentes oficiales, el 70% de las mujeres con diagnóstico de este tipo de cáncer no presenta factores de riesgo identificables.
Lo relevante en este caso es prevenir, sobre todo si existen antecedentes familiares de la enfermedad, han recalcado distintos expertos, quienes han explicitado que el único método eficaz para el diagnóstico precoz es la mamografía anual a partir de los 40 años de edad.
Por tanto, se trata de un riesgo latente que además se incrementa con el transcurso de los años, por cuanto más del 85% de los casos nuevos y el 90% de las muertes se produce en mujeres mayores de 45 años.
El mundo está tomando conciencia de esta problemática y se realizan campañas destinadas a generar conciencia, en especial, de la importancia de poder detectar a tiempo el desarrollo de esta patología. La propia Corporación Nacional del Cáncer ha desarrollado en Chile estas iniciativas, llamando a la población femenina a cuidarse.
En los casos más graves, parte del tratamiento es la mastectomía, operación quirúrgica que consiste en la extirpación de la glándula mamaria o de una parte de ésta.
Lo importante hoy es poder tomar conciencia que, detectado a tiempo, es posible reducir las graves consecuencias que produce esta enfermedad.