Revelador estudio
Paola Ilabaca Baeza
Ser víctima de abuso sexual constituye una experiencia inaceptable que implica una seria violación a la libertad de elección para involucrarse en una actividad sexual, y estudios internacionales demuestran que las tasas de victimización de este tipo de violencia son alarmantemente altas.
En nuestro país, un reciente estudio sobre coerción sexual que dimos a conocer junto al académico de la Universidad de Playa Ancha, Dr. José Muñoz, y dos investigadoras de Alemania, reveló que el 51,9% de las mujeres y el 48% de los hombres han vivido una experiencia de coerción sexual desde la edad de 14 años. En cuanto al tipo de experiencias de abuso, se encontró que cuando la estrategia fue por medio del uso o amenaza de la fuerza física, un 43% de las mujeres, versus el 39,2% de los hombres, mencionó haber sido víctima de este tipo de experiencias Asimismo, un 34,7% de las mujeres y un 29% de los hombres señaló haber vivido esta experiencia debido al consumo de alcohol y/o drogas.
Respecto a la perpetración, un 16,5% de las mujeres versus un 26,8% de los varones, mencionó haber utilizado alguna estrategia de abuso sexual para tener un contacto sexual con otro, en contra de su voluntad.
Diversos factores socioculturales pueden contribuir a explicar las altas tasas de victimización y perpetración encontradas. Por ejemplo, uno de ellos se relaciona con los programas de educación sexual, ya que si bien en Chile es parte de la educación formal, dichos programas se centran principalmente en aspectos biológicos de la reproducción, dejando de lado la dimensión emocional y violencia sexual.
Asimismo, la influencia de la adherencia a roles de género estereotipados en el que se percibe a la mujer como pasiva en dichos encuentros, y al hombre con una vida sexual activa y con experiencia, pueden ser un obstáculo para explicitar el rechazo a participar en una actividad sexual.
Finalmente, el consumo de alcohol y/o drogas en estos encuentros se constituye como un factor de riesgo importante, debido al deterioro cognitivo o incapacidad que genera tanto en la víctima como en el perpetrador para poder interpretar las señales del otro, como sería en este caso el interés sexual.
Académica Escuela de Psicología
Centro de Investigación y Estudio en Familia, Trabajo y Ciudadanía (CIELO)
Universidad Santo Tomás