La distancia entre los republicanos y Trump crece tras el segundo debate
EE.UU. Líder del partido en el Congreso dejará de hacer campaña por el magnate. Su jefa de campaña, en tanto, dijo que amenaza de encarcelar a Clinton fue "broma".
Tras el segundo debate presidencial, que los medios internacionales calificaron como "amargo", el número de dirigentes el Partido Republicano que han tomado distancia de su candidato a la Casa Blanca, Donald Trump, se incrementó.
Y es que ayer el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, anunció que ya no defenderá más a Trump y se dedicará a defender la mayoría del Partido Republicano en el Congreso.
Ryan explicó a sus compañeros de bancada que no va a retirar su apoyo al candidato de su partido a la Casa Blanca, pero que no hará campaña a su favor.
En una conferencia telefónica con legisladores republicanos, Ryan insistió a sus colegas en que deben centrarse en ser reelegidos en sus distritos en las elecciones legislativas que también se celebrarán el próximo 8 de noviembre, misma fecha de las presidenciales.
Esto porque los republicanos, que actualmente tienen la mayoría tanto de la Cámara de Representantes como del Senado, temen perder su hegemonía en los próximos comicios por un posible efecto negativo de la candidatura del multimillonario.
"Todos tienen que hacer lo que sea mejor para ustedes en sus distritos", dijo Ryan en la llamada, según citaron varios medios estadounidenses.
Con este llamado, el líder republicano en el Congreso de paso insinuó que en su opinión, Trump no tiene chance de ganar la elección, cuando faltan sólo cuatro semanas para ésta.
Las palabras de Ryan provocaron molestia entre los republicanos que aún apoyan a Trump, según consignó el New York Times, y que creen que la carrera del magnate hacia la Casa Blanca no está terminada, pese al escándalo.
Impacto de grabación
El apoyo hacia Trump al interior del Partido Republicano decayó, luego de que el viernes se revelara una grabación de 2005 en la que Trump se jacta que su fama le permite "hacer lo que quiera" a las mujeres.
Lo anterior provocó que varios congresistas le retiraran su apoyo y a la vez, marcó el segundo debate del domingo recién pasado entre el magnate y la candidata demócrata, Hillary Clinton.
Durante esa instancia, al ser consultado por la grabación, Trump apuntó al ex Presidente Bill Clinton, marido de su contendora, acusándolo de haber sido "abusivo con las mujeres" y se defendió diciendo que a diferencia de éste último, lo suyo fueron "sólo palabras".
"una broma"
El debate, que alcanzó niveles mucho más duros que el primero e incluso llevó a que los candidatos no se dieran la mano al comienzo, llegó a un tenso momento cuando Trump llamó "un demonio" a Clinton y dijo que si él fuera presidente la enviaría "a la cárcel", por el caso de sus correos electrónicos cuando era secretaria de Estado.
Al respecto, la jefa de campaña del candidato republicano, Conway Kellyanne, aseguró que lo anterior fue "una broma".
"Si ella va o no a la cárcel no depende de Donald Trump. Todo depende de quien tenga que considerar que haya cometido o no un crimen", dijo a la cadena MSNBC.
"Creo que eso fue Donald Trump canalizando las frustraciones que escucha de miles de votantes al cabo de muchos días", justificó Kellyanne.
Clinton visitará Florida con Gore
Cuando se vence el plazo de inscripción de votantes en el estado de Florida, Hillary Clinton visitará ese estado hoy junto al ex vicepresidente, Al Gore. Clinton buscará impulsar en una universidad de Miami la inscripción de votantes en un estado crucial para las elecciones generales el próximo 8 de noviembre. El Partido Demócrata demandó en una corte federal al Gobierno de Florida por no extender el plazo para dicho proceso, que finaliza hoy, por el paso del huracán Matthew.