Eugenio Sugg Gálvez
Positivos resultados está obteniendo el experimento de investigadores locales que busca validar un sistema que permita repoblar el litoral con el denominado "piure de Antofagasta" (Pyura praeputialis).
Esta especie, que a nivel global está presente sólo en la bahía antofagastina y la costa de sureste de Australia, está prácticamente desapareciendo debido a la extracción indiscriminada.
En efecto, durante abril de este año los biólogos marinos Mauricio Cerda y Nelson Lagos, junto a la ecóloga Vanessa Pastén, iniciaron un experimento con prototipos de trasplantes, para resolver la problemática de pérdida de esta especie, teniendo resultados de un 90% de éxito.
"Lo primero que me pregunté al momento de plantear esta investigación fue ¿Por qué restaurar el piure de Antofagasta?", comentó Cerda.
Simple. Las matrices de piure son importantes en el rocoso borde costero local porque entregan una multitud de servicios ecosistémicos, beneficios que la naturaleza aporta a la sociedad.
"El piure antofagastino es una especie bio-ingeniera de ecosistema, aumenta la heterogeneidad espacial y así la biodiversidad. Esta biodiversidad existente entre los organismos vivos, es esencial para el funcionamiento de los ecosistemas y para que éstos presten sus servicios", explica.
Se trata de una especie que vive en agregaciones extendida en forma de una banda en la orilla rocosa de la bahía. Tiene forma de una copa, es decir, amplio en la parte superior y con un adelgazamiento en la parte inferior.
Extracción
Al estar agregados, los piures forman galerías en el interior bajo de los espacios generados entre los individuos, creando refugio y hábitat para una multitud de especies de invertebrados marinos, incluyendo juveniles de especies que son muy consumidas como las lapas y locos.
Asimismo, en la parte superior y expuesta de la banda de piure, se asientan algas y otros invertebrados que sirven de alimento para las aves marinas.
Sin embargo, su extracción indiscriminada lo tiene en riesgo de desaparecer.
Un estudio realizado por el investigador Juan Carlos Castilla reveló el alarmante estado de la especie en la costa sureste de la ciudad (entre el sur de Coloso y Autoclub).
Según éste, durante el periodo comprendido entre 1993 y 2014 la extensión de la banda de piure se redujo entre un 60% y 90%, y en algunos lugares simplemente desapareció.
"Con ese diagnóstico y gracias a la experiencia que yo tengo en la restauración de poblaciones de algas con Lessonia nigrescens en la Región de Atacama, me decidí a iniciar este experimento, apoyado por un proyecto de investigación Fondecyt", contó Cerda.
Trasplantes
A grandes rasgos, el proceso experimental de trasplantes se basa en un dispositivo diseñado por Cerda y Lagos el cual es fijado a la roca de tal forma que permita la estabilidad del juvenil de piure hasta que logre aferrarse por sus propios medios.
Actualmente, hay dos puntos del sector costero sur de la ciudad donde están ubicados estos trasplantes, los cuales han funcionado de manera exitosa.
"Ya comprobamos que es posible sacar un piure pequeño y volver a pegarlo en otro lugar. Es decir, podemos utilizar una población para colonizar otra, ya que eso no está ocurriendo de manera natural. Lo que estamos afinando ahora es la forma óptima de hacerlo", aseguró Lagos.
Esta experiencia de los investigadores locales podría server como sustento a un programa más ambicioso que apunte a proteger y repoblar la costa antofagastina con esta especie única que hasta hoy no está sometida a ningún tipo de administración pesquera -como veda o tallas mínimas de extracción- y que en la actualidad la mantiene al borde de desaparecer definitivamente.
la costa antofagastina