Hasta el momento de llegar la expedición colombina a la Isla de Guanahani; más aún, hasta la muerte del propio gran Almirante Cristóbal Colón y aun tiempo después, América es lo ignoto; vale decir, para los europeos, nada; pues tras un punto "X", la Mar Océana, para ellos, quiebra sus ondas y se hunde en un abismo… Para los amerindios esta ignorancia no es menor. Las penetraciones territoriales realizadas por los máximos imperios de Anáhuac y el Cuzco significan poco, en realidad, ante las inmensas perspectivas de un mundo primigenio, con calidades confundidas de infierno y paraíso.

El hielo polar, los bosques y praderas; el mugido de dos grandes océanos que contornean sus costas, y caudalosos ríos corriendo por selvas impenetrables, contradichos por desiertos inmensos y máximas cordilleras, se confunden aquí, en el Nuevo Mundo, en una geografía descomunal.

Pedro Mártir, en carta al cardenal Canciller, Vizconde Ascanio Sforcia, luego del descubrimiento de América por un "cierto Cristóbal Colón", lo informa entre otras cosas: "aunque aquella gente (la indígena) se contenta con lo natural, como que va desnuda y solo se alimenta con frutas de los árboles y cierto pan de raíces, pero son ambiciosos de mando…"

Pero Mártir de Anghiera tenía todas las cualidades del verdadero periodista. Sus informaciones no son de historiador sino de "chroniqueur"; por eso su obra ofrece carácter positivamente fragmentario. Nada tiene de pensar; sus reflexiones carecen de profundidad, e inducen a la risa. ¡Cree que porque un hombre anda desnudo no tiene ambiciones!

En carta a su amigo Pomponio Leto, al hablarle de la vuelta del segundo viaje de Colón, le refiere a la letra: "cuentas maravillas de la abundancia de aquella región; de la temperatura del aire, pues todo el año es la noche casi igual al día, de la edad áurea de aquellos habitantes y de sus costumbres".

Nota: Iglesias, intelectual antofagastino, fue miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua.

Augusto Iglesias Mascarregno

Daniel Contreras Palma

Desde pequeña a Daniela Benítez le encantaba inventar historias. Era muy fantasiosa y tenía facilidad para idear en que entretenerse. Se encerraba en su pieza a crear coreografías, interpretar personajes e improvisar monólogos. Incluso, cuando no tenía con quien jugar, echaba a volar su imaginación para hablar con "alguien invisible".

Hoy la joven actriz antofagastina se encuentra -desde 2014- en Nueva York, Estados Unidos, donde recientemente protagonizó el musical "Green Card", nada menos que en Broadway.

En esta entrevista la talentosa Daniela (hija del concejal Hugo Benítez) nos cuenta sobre su experiencia en las grandes ligas del espectáculos, el camino que recorrió para lograr cumplir su sueño y sus próximos proyectos.

Primeros pasos

¿Cuánto tiempo llevas en Estados Unidos y qué te motivó a radicarte allá?

-Llegué en octubre del 2014 a estudiar Teatro Musical en el Conservatorio de AMDA. Lo que me motivó fue mi pasión por el teatro musical y la necesidad de perfeccionarme en esta disciplina. Nueva York es una ciudad en donde los musicales ocurren todo el tiempo y son cientos de obras ocurriendo al mismo tiempo, y no solo en Nueva York. En Estados Unidos el musical es un género que tiene historia y las producciones recorren todo el país por meses. Acá hay muchísimas más oportunidades para hacer una carrera en teatro musical porque el circuito nunca para.

¿De dónde viene tu veta artística? ¿Qué recuerdos tienes de tus primeros acercamientos con la actuación?

-Empecé a cantar cuando era muy pequeña. Eso fue mi primer acercamiento a un escenario, porque siempre me hacían cantar en frente de la clase o en los festivales de voz. Pero no lo disfrutaba tanto porque cantar sin actuar me era raro. Cuando tenía como 6 o 7 años empecé a armar shows para mi familia en donde ponía distintas canciones y las interpretaba con coreografías.

Me encantaba inventar historias y yo siempre era la protagonista o la reina. Era muy fantasiosa y me encerraba en mi pieza y actuaba monólogos o le hablaba a alguien invisible.

¿En qué proyectos has participado y en qué estás trabajando actualmente?

-Lo primero que hice cuando egresé de AMDA fue un comercial del helado Cornetto. Después, cante en un show de Cabaret. Luego grabé un cortometraje en Poconos, en donde hacía de una chica mexicana que quería irse a vivir a la ciudad. Ese fue mi primer protagónico acá en Nueva York. Luego me dieron el protagónico del musical Green Card, y eso me abrió muchas puertas. Hace poco grabé otro cortometraje en donde fui invitada por el productor de Green Card. Ahora quedé casteada para un show que se va a presentar en una serie de eventos durante la época de Halloween.

Sacrificios

¿Cómo es participar de un casting en Estados Unidos donde la competencia es más fuerte?

-Hay distintas formar de audicionar. Hay audiciones que uno hace por internet a través de páginas webs especializadas en audiciones. Si el director de casting le gustaste te da una cita para audicionar en vivo, te manda el guión y/o la música que hay que preparar. Esas audiciones son las mejores porque no hay que esperar horas de horas. El otro tipo de audición son las llamadas "open call". Ahí uno es visto por orden de llegada. Por lo mismo si la audición comienza a las 9.30 horas los actores llegan a las 5 o 6 de la mañana para anotarse en una lista.

Yo he estado en audiciones en donde hay 700 personas esperando para ser vistas. Me ha tocado esperar desde las 10 hasta las 5 de la tarde para una audición. Una vez me levante a las 3 de la madrugada para poder anotarme a las 4 en una lista. Cuando llegué al edificio ya había 14 personas anotándose antes que yo. Todos quieren triunfar.

¿Qué nos puedes contar de tu experiencia en Broadway, cómo es trabajar en el mundo del espectáculo a gran nivel?

-El simple hecho de ser la protagonista en un musical que se está presentando en un teatro en Nueva York es un sueño hecho realidad. Pero al mismo tiempo nunca había estado tan expuesta. Es mucho trabajo y poco descanso. Sobre todo, las semanas antes del estreno. Fue muy lindo y aprendí mucho estando ahí en el escenario actuando en otro idioma, aplicando las técnicas que he aprendido y dándolo todo. Creo que nunca he sido tan feliz como lo he sido estando en escena. Y particularmente en esta obra sentí mucha satisfacción actoral.

¿Cómo es la vida para un artista latino en Estados Unidos?

-Acá hay muchísimos latinos. Millones de latinos. Por lo mismo hay muchos espacios para la comunidad latina: teatros de habla hispana, bandas musicales, espacios culturales, entre otros. Las puertas están abiertas, pero nada se entrega en bandeja. Hay que trabajar. Incluso más que en Chile, porque acá nada funciona por "pitutos".

¿Podrías resumir cómo es un día de tu vida en Nueva York?

-Lo mágico y divertido de esta ciudad es que ningún día es igual.

"Acá hay muchísimos latinos. Millones de latinos. Por lo mismo hay muchos espacios para la comunidad latina: teatros de habla hispana, bandas musicales, espacios culturales, entre otros"."

"Las puertas están abiertas para los artistas, pero nada se entrega en bandeja"

"El simple hecho de ser la protagonista en un musical que se está presentando en un teatro en Nueva York es un sueño hecho realidad. Es mucho trabajo y poco descanso"."