Presidentes y el folclore
La Presidencia de la República ha dado, frecuentemente, material de buena ley para el habla popular.
El León de Tarapacá surgió para designar al dos veces Primer Mandatario de Chile Arturo Alessandri Palma, cuando en 1915, en vísperas de un acto eleccionario para elegir senador, el poeta Víctor Domingo Silva dijo:
-Ciudadanos, desde mañana será nuestro senador don Arturo Alessandri Palma, ¡el León de Tarapacá!
Era, entonces, Presidente Ramón Barros Luco, cuyo nombre pasó a la fama no tanto por su gestión fecunda: a él debemos el inicio de la construcción de la Biblioteca Nacional y la conclusión del Ferrocarril de Arica a La Paz, sino por el sándwich "Barros Luco" -queso y carne caliente- que era grito de guía en años venturosos
La elegancia de Ernesto Barros Jarpa, tan unido a los vaivenes políticos de la Moneda, determinó la tenida de media etiqueta "Barros Jarpa", vestón negro, chaleco blanco y pantalón negro rayado, atuendo de rango y clase, que se usó desde 1925 hasta 1950.
En días navideños, ¿Cómo no recordar el origen del delicioso "cola de mono"?
Parece que nació esta bebida se encuentra unida a una campaña presidencial: contendían, en 1901, Germán Riesco y Pedro Montt. La victoria favoreció a Riesco. Para celebrar el juicio de los comicios públicos, sus partidarios llegaron a una heladería que tenia fama de excelencias, ubicada en calle San Pablo. Al propietario se le ocurrió echarle aguardiente a un "cubo de helados" de café con leche ya derretidos, produciendo un trago que, consiguió el aplauso.
Pedro Montt era bastante moreno. Lo llamaban, familiarmente, "el Mono Montt". Las gentes pronunciaban Mon, comiéndose la t. No hubo, pues, dificultad para que alguien comentara que festejaban "la cola de Mon", concluyendo finalmente en nuestro apetecido "cola de Mono"
Y si de tragos se trata, ¿cómo olvidar que a Pedro Aguirre Cerda el pueblo lo bautizó "don Tinto", por su viña y su color, sentándolo en el sillón de Bernardo O'Higgins y en prestigio de nuestra vitivinicultura?
Andrés Sabella, 1982