Hoy millones de chilenas y chilenos estamos llamados a decidir acerca del rumbo que queremos para nuestras comunas, eligiendo alcaldes y concejales. Es una definición trascendente, porque los municipios son vitales para construir la calidad de vida, la seguridad y el encuentro comunitario que todos nosotros necesitamos.
Los municipios han ido aumentando progresivamente su importancia en el bienestar de las personas, desde su misión originaria en materia urbanística, de aseo y ordenación vial, hasta integrarse como un eslabón clave en la provisión de servicios tan importantes como la salud primaria, la seguridad ciudadana, la cultura, la política de cuidados a los adultos y otras áreas de la protección social, así como un rol crucial de articulación con la sociedad civil y sus organizaciones.
Y eso se corresponde con una ciudadanía más consciente de sus necesidades y derechos, más informada, que exige respuestas y transparencia en la gestión de los asuntos públicos, especialmente a nivel local.
De esta manera, la creciente importancia de lo municipal es también expresión del desarrollo de nuestra democracia, haciendo de los espacios comunales una forma privilegiada de lo público, del ejercicio de los derechos y de la deliberación ciudadana.
Ese rol municipal cada vez más decisivo en nuestras vidas hace que la definición de sus autoridades sea de central importancia. No se trata de un acto más, sino que, ni más ni menos, la determinación de quienes van a liderar durante los próximos cuatro años la toma de decisiones en aspectos tan relevantes para nuestra convivencia como los señalados.
Por eso hoy debemos votar. No sólo para cumplir una responsabilidad cívica, sino para fortalecer nuestro poder ciudadano y los espacios de la democracia. Y también para contribuir a definir el tipo de vida comunitaria y local en que queremos vivir.
No podemos dejar que sean otros quienes decidan por nosotros, sino que debemos tomar en nuestras manos la responsabilidad de tomar posición con nuestro voto e incidir en el camino que queremos que sigan nuestros gobiernos municipales.
Es cierto: hay razones para estar distantes de la política porque ha habido malas prácticas que han cuestionado a las instituciones y a los liderazgos.
Aunque hemos actuado y establecido nuevas reglas para eliminar la influencia del dinero de la política, centrar las campañas en ideas y no en el peso de la propaganda electoral, es claro que este nuevo sistema recién comienza. Pero no transformemos la molestia -que es plenamente comprensible- en desinterés: si queremos cambiar las cosas hagámoslo con nuestro voto.
Hoy es un día en que todos los chilenos tenemos el mismo poder para decidir sobre nuestro futuro. Parados frente a la urna, no hay ninguna otra condición que importe, sólo el hecho de ser ciudadanos.
Hagamos valer ese poder. Votemos.
Michelle Bachelet Jeria
Presidenta de la República