Una urbe moderna y con calidad
experto
relaciones comunitarias
Calama, junto a Antofagasta, sin duda son las principales ciudades del Norte Grande, sustentadas por ser enclaves estratégicos para el desarrollo minero y energético del país y cobijar operaciones productivas de clase mundial.
En el caso de la capital de El Loa, la gestión municipal es clave ya que debe hacerse cargo de las externalidades que genera la industria cuprífera versus la presión ciudadana que aspira a tener una urbe moderna y que ofrezca mayor calidad de vida.
Hay que reconocer que Calama en el último quinquenio logró ejecutar grandes obras que le cambiaron la cara, donde el municipio ha sido un actor relevante. No obstante, se perciben oportunidades de mejora en la coordinación y relacionamiento con las autoridades regionales y sus equipos técnicos, lo que es fundamental para acelerar mayor inversión pública y continuar con programas que fomenten la asociatividad público-privada, como es el caso del Calama Plus y otras iniciativas estratégicas.
Otro desafío es seguir potenciando todos los programas y proyectos que tengan relación con el resguardo patrimonial y la puesta en valor de sus tradiciones y costumbres, considerando que la administración municipal además debe hacerse cargo de impulsar un desarrollo armónico de más del 90% de las comunidades que constituyen el Área de Desarrollo Indígena (ADI) del Alto Loa, donde aún coexisten desafíos de conectividad eléctrica y sanitaria, y existen espacios para generar políticas integrales.
Finalmente, el municipio debería continuar con su rol articulador con efectivo liderazgo no sólo con el Gobierno, presionando por mayor inversión pública que esté a la altura de una verdadera capital de la minería mundial. No debe claudicar en su tarea de seguir generando asociatividad con empresas y gremios ya que es tarea de todos el construir un mejor futuro para Calama y sus ciudadanos.
Yuri Rojo,