Carolina Collins

Una mujer confundida ve una imagen poco clara. Y el resultado de esa conjunción es una historia con una serie de giros inesperados que el año pasado se transformó en una de las novelas más populares, con 15 millones de ejemplares vendidos, y que el próximo jueves 3 de noviembre llegará a los cines adaptada al cine.

La película basada en la novela "La chica del tren" (2015), de la periodista británica Paula Hawkins, es dirigida por Tate Taylor ("Historias cruzadas") y protagonizada por Emily Blunt, quien encarna a Rachel, una mujer divorciada que cae en problemas con el alcohol cuando todo en su vida comienza a desmoronarse.

Justin Theroux interpreta al exmarido de Rachel, Tom, quien se divorció de la primera tras engañarla con Anna (Rebecca Ferguson), quien ahora es su esposa y con quien tiene una guagua. Megan (Haley Bennett) es la niñera de ese bebé y a su vez está casada con Scott (Luke Evans).

Sin trabajo, pareja ni motivaciones personales, Rachel toma todos los días el mismo tren a Londres en el que viajaba cuando trabajaba fingiendo que todo sigue bien.

Todos los días, desde el tren, Rachel ve a una pareja con una vida que, ella imagina, es perfecta. Los bautiza Jess y Jason y comienza a imaginar lo felices que son.

Eso hasta que Jess, que en realidad es Megan, desaparece y Rachel comienza a reinterpretar todo lo que ha visto y armar un puzzle de imágenes que la hacen dudar de lo que realmente ocurre.

"Guarda el final en secreto", advierte Hawkins al final del libro que dio pie a este thriller lleno de giros que se sostienen en la información que recibe el lector a cuentagotas.

Críticas adversas

El secreto es esa pieza fundamental sobre la que se construyen los thrillers, que quieren sorprender a sus lectores, o espectadores en este caso, y que sostiene esta historia en la que la protagonista es una de los narradores que relata su parte de una serie de hechos de los que ni ella misma está segura.

Sin embargo, tras su éxito en librerías, "La chica del tren" no ha cosechado los mejores comentarios entre la prensa especializa.

A diferencia de "Perdida" (2014), el thriller de la temporada anterior que se transformó primero en un fenómeno de librerías y luego en una película de David Fincher ("El club de la pelea"), "La chica del tren" heredó las críticas a la novela que la inspiró y sumó nuevas en su cruce hacia la pantalla grande.

"La adaptación de Tate Taylor de "La chica del tren" toma las peores partes de la novela (diálogos insoportables, una trama delgada como el papel, giros absurdos) y los amplifica", escribió la crítica de cine Sophie Gilbert en The Atlantic.

Aún más duro fue el columnista de Vulture, de la New York Magazine, David Edelstein, quien resumió su percepción en una idea: un cineasta tiene un sentimiento por este tipo de narración o no, y la gente detrás de 'La chica del tren' no lo tiene".

Y hubo quienes responsabilizaron del mal resultado a las dificultades propias de plasmar la narración que hizo exitoso al libro, en el cine. "La película nunca logra el éxito, simplemente porque las virtudes centrales del libro no se prestan para el cine", opinó el crítico del Wall Street Journal, John Anderson.

Actriz de carácter

Sin embargo, lo único que se salva de los malos comentarios es la actuación de Emily Blunt, que es rescatada por varios críticos como lo mejor de la película.

"La única razón por la que soportar esta historia triste es ver Blunt apuntalar su materia", publicó el Toronto Sun, aunque varios coinciden que ni la buena actuación de la británica logra salvar este thriller que, al menos a nivel de comentarios, no logró replicar las buenas impresiones que causó la novela en la que se basó, que aunque no es del gusto de todos, fue destacada por el mismo maestro de horror, Stephen King, que aseguró que lo "mantuvo despierto casi toda una noche".