100 años | 27 de octubre de 1916

Incendio consume veinte viviendas

Un gran incendio destruyó en calle Galleguillos Lorca, entre Antonino Toro y Poupin de Antofagasta, unas veinte residencias de familias humildes que perdieron todos sus enseres, fruto de muchas economías y privaciones. El hecho ha causado gran impresión en toda la comunidad y muchos han ofrecido distintas ayudas.

50 años | 27 de octubre de 1966

43 muertos en incendio de portaviones

Un gigantesco incendio afectó ayer a cinco plantas del portaviones norteamericano Oriskany, causando la muerte de 43 personas. El hecho ocurrió frente a las costas de Vietnam del Norte. La mayoría de los muertos se encontraba bajo cubierta, durmiendo en sus camarotes, cuando les alcanzó el fuego.

10 años | 27 de octubre de 2006

Avanza ley para construir un muro

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó ayer una ley que permite construir un muro de 1.200 kilómetros en la frontera con México. "Esta ley permitirá proteger al pueblo estadounidense, ayudará a proteger nuestras fronteras y es un paso adelante en la reforma migratoria", dijo el mandatario.

La centroizquierda ha sufrido una de sus peores elecciones desde el regreso a la democracia. La situación sólo tendría un peor indicador en 2010, con el triunfo de Sebastián Piñera ante Eduardo Frei en las elecciones presidenciales.

No por nada, la desaparecida Concertación (actual NM sin el PC) logró tener cuatro presidentes consecutivos, hasta esa derrota ante Piñera, la primera de la centroderecha desde la elección de Jorge Alessandri Rodríguez.

Lo del fin de semana es igualmente sobresaliente. Chile Vamos se quedó con 145 alcaldías, mientras la Nueva Mayoría, lo hizo con 140, pero en ninguna de las 10 comunas más pobladas del país; esto los deja gobernando a una menor cantidad de personas a lo largo de Chile. En Antofagasta, el bloque perdió Mejillones, San Pedro de Atacama y María Elena, en tanto pudo ganar Calama y ciertamente Antofagasta, donde la coalición presentó al menos tres nombres históricamente vinculados al conglomerado.

Estos resultados se dan en un marco contextual importante: una alta desaprobación a la Presidenta Michelle Bachelet y el gobierno, una suerte de crisis entre las alas más conservadoras y la izquierda -caso paradigmático es lo ocurrido con la DC- y una deficiente evaluación de las reformas estructurales que hizo la actual administración.

Como si fuera poco, el adelantamiento de la carrera presidencial deja cierta impresión que el actual gobierno ha terminado su mandato mucho antes de lo presupuestado. La salida del ministro Máximo Pacheco al comando del exPresidente Ricardo Lagos no hace otra cosa que ahondar en esa impresión

Lo que cabe preguntarse es si esta crisis tiene que ver con situaciones puntuales, o más generales en relación a qué oferta es hoy la Nueva Mayoría para el país. A la luz de los resultados queda cierta convicción ya descrita antes, de que el éxito de este conglomerado sólo era explicado por el fenómeno de los mejores tiempos de Michelle Bachelet, pero muy carente de una lectura apropiada para el Chile de hoy.

Los resultados exigirán una profunda reflexión de lo acontecido.

El domingo, de cada cuatro invitados a la fiesta ciudadana solo uno asistió, como ocurre en estos casos, dolorosos siempre, la fiesta se funo y la tentación de echarle la culpa a los invitados reticentes es alta y tratarlos a todos como un solo grupo que complota también. Pero este camino fácil de tranquilizar mi afectado ego podría estar equivocado y podría incidir seriamente en el fracaso de mi próxima invitación.

Es probable que uno de ellos no haya venido porque está enojado conmigo porque yo no he hecho lo que él esperaba, lo que prometí o desde la perspectiva de él, no lo hice de la manera adecuada y con la celeridad que él esperaba, por tanto lo que quiso decirme con su ausencia es que mi actuación le merece serios reproches y, está dudando seriamente en venir a cualquier otra fiesta a la cual lo invite. Lo que corresponde, entonces es que yo revise mi proceder y vea si él tiene razón en los reproches que me formula.

Otro podría señalar que mi invitación ni siquiera la recibió. No se enteró que lo había invitado y mucho menos a que lo invitaba y debo reconocer que a raíz de la profunda molestia que les produjo el que yo antes financiaba las invitaciones con platas que mis amigos empresarios me pasaban, por debajo de la mesa, ahora me obligan a ser tan austero que mis comunicaciones son muy limitadas y mis fiestas ya no son lo de antes con exceso de parafernalia, gastos ilimitados y sin control. Así la austeridad, sin duda, también tiene sus costos.

Finalmente, y es el que más me preocupa, es ese otro que nunca tuvo la intención de venir a la fiesta porque él prefiere la muchedumbre solitaria que deambula por los pasillos del mall a las fiestas republicanas. Ese que está más preocupado de escalar solitariamente sin confiar en los otros que construir entre todo un mejor espacio donde realizar las futuras fiestas donde deberían estar invitados nuestros hijos y nietos.

Como ustedes pueden ver tratarlos a todos por igual puede ser un gran error dado que ni siquiera tengo claro en qué proporción cada uno de mis invitados corresponde a cada eventual razón. Mi tarea, me temo, será tratar de averiguar cuáles son las reales razones que existen para entender el fracaso de mi fiesta y no volver a incurrir en el error.

Cesar Trabucco Swaneck

Sociólogo y académico Universidad de Antofagasta