Microbiografía de Ercilla
Ercilla no es sólo el mayor, sino el único verdadero épico español del Siglo de Oro. Se nombra a varios, pero ninguno tiene ni de cerca la altura de él, ni los quilates que posee. Menéndez y Pelayo, divide la epopeya en categorías: La histórica, la única verdadera epopeya es la que se mueve entre la Historia y Mito, se impone La Araucana de Ercilla; en la sagrada, La Christiada del sevillano Diego de Hojeda y, la novelesca y fantástica, donde domina El Bernardo o Victoria de Roncesvalle, de Bernardo de Balbuena.
El origen de los Ercilla hunde sus raíces familiares en Bermeo, puerto de la costa cantábrica; pequeño, insignificante e ilustre, que fue cabeza del señorío de Vizcaya. Don Fortún García de Ercilla casó con doña Leonor de Zúñiga. Hubo tres hijos: Francisco, muerto en plena mocedad; Juan, que llegó a ser Abad de Hormedes; y don Alonso, nacido el 7 de agosto de 1533. Tenía 14 años cuando supo del fallecimiento de Hernán Cortés; y 25 cuando murió el Emperador Carlos V. Niño, había seguido él, con ojos de ensueño, la aventura de los Conquistadores que ensanchaban las perspectivas del Nuevo Mundo.
El asesinato de Pizarro a manos de sus propios compatriotas; luego, el sacrificio de Valdivia en las selvas de Arauco, serían, más tarde, acicates para sus bizarrías de soldado poeta. Pero de pequeño, es posible que la Odisea de la Conquista se le presentara al modo de cuento maravilloso, pues así la aventura suele presentarse a los mozuelos…
Cuando Ercilla parte rumbo a América, cuenta sólo 21 años. Estos niños heroicos jugaban a la guerra de Indias con la misma inconsciencia divina con que en la Edad de Oro los dioses helenos jugaban con los bárbaros, enemigos de Grecia.
En Arauco, don Alonso hace honor a su apellido ilustre y se da el placer romántico de grabar a filo de cuchillo en la corteza de un árbol, en la selva austral, una octava de La Araucana.
Nota: Augusto Iglesias, antofagastino, fue Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.
Augusto Iglesias Mascarregno