Casa Blanca a Trump: romper el acercamiento a la isla "no es tan fácil"
CEREMONIA. Ayer miles de cubanos comenzaron a participar de una ceremonia de despedida del fallecido exPresidente isleño. En el acto se jura lealtad a los principios del proceso político del exdictador.
La Casa Blanca advirtió ayer que "no es tan fácil" poner fin al acercamiento a Cuba iniciado por el Presidente estadounidense, Barack Obama, ya que tendría notables consecuencias "económicas y diplomáticas", después de que el Presidente electo, Donald Trump, amenazara con echar atrás el descongelamiento avanzado entre Washington y La Habana.
"No es algo tan fácil como puede parecer con base en un solo tuit", dijo el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest.
El representante gubernamental se refería al mensaje publicado horas antes por Trump en su cuenta oficial de Twitter, en el que afirmaba que, "si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano, los cubano-estadounidenses y Estados Unidos en su conjunto" pondrá "fin al acuerdo" que dio inicio a la normalización diplomática en 2014.
Golpe a la economía
"Cancelar todo esto supondría un enorme golpe económico para los ciudadanos cubanos", argumentó Earnest, al recordar que varias empresas de turismo estadounidenses, como Airbnb, Marriott y Starwood, han recibido licencias para operar en Cuba y los contactos entre los ciudadanos de ambos países han aumentado.
La política de normalización también ha deparado "notables beneficios" a las empresas estadounidenses y al sector agrícola, recordó Earnest, además de aumentar los viajes a la isla de los estadounidenses, que estimulan con su gasto la economía local.
"Hay 110 vuelos diarios programados entre Estados Unidos y Cuba en los próximos meses", recordó el portavoz de Obama.
Earnest advirtió, además, de los efectos "diplomáticos" que tendría una vuelta a la enemistad con Cuba en las relaciones de EE.UU. con el resto de Latinoamérica, que están "en su mejor punto" gracias a haber eliminado el "irritante" que suponía la tensión con el Gobierno cubano.
Sin críticas
El portavoz de la Casa Blanca también defendió la decisión de Obama de no criticar a Fidel Castro en el comunicado que emitió el sábado con motivo del fallecimiento del ex Presidente de Cuba, en el que dijo simplemente que la historia "juzgará" al líder de la revolución cubana, mientras que Donald Trump le tachó de "brutal dictador" que reprimió a su pueblo.
"No se puede negar el tipo de violencia que ocurrió en Cuba bajo el régimen de Castro", indicó Earnest.
"Pero emitir un feroz comunicado e implicarnos en el tipo de recriminaciones mutuas (con el Gobierno cubano) que están atadas al pasado, nada de eso va a servir para mejorar las libertades en Cuba", agregó el portavoz según EFE.
Con matices
El portavoz del equipo de transición al nuevo Gobierno de EE.UU., Jason Miller, buscó matizar ayer levemente la enérgica declaración de Trump, pero afirmó que la nueva administración no apoyará un entendimiento en el que los estadounidenses sean "tomados por tontos". "Claramente Cuba es un asunto muy complejo, y el Presidente electo está al tanto de los matices y complejidades sobre el desafío que los cubanos y la isla enfrentan. De modo que será un asunto al que él se dedicará cuando sea Presidente" en funciones, comentó.
Cuatro grupos del exilio cubano mostraron su respaldo unánime al aviso hecho ayer por Trump.
Jorge Más Santos, presidente de la influyente Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), se mostró partidario de que Estados Unidos "renegocie o tome medidas unilaterales" para "empoderar" al "empobrecido" pueblo cubano, si la isla "no responde a los "pasos" dados por el Gobierno estadounidense.
Pompa fúnebre
Miles de cubanos asistían ayer al memorial de José Martí en la Plaza de la Revolución de La Habana para recordar a su líder fallecido y firmar un libro que contiene un "juramento" elaborado por el propio Castro para recordar la importancia del ideal revolucionario que ha marcado la isla por más de medio siglo.
Como consignó AP, Castro dio a conocer el "juramento" hace 16 años en un discurso el Día del Trabajo en La Habana, en momentos en que Cuba luchaba por traer de vuelta a la isla a Elián González, entonces un niño de cinco años que había sido llevado a EE.UU.
El homenaje póstumo comenzó a las 9 hora local con el disparo de 21 salvas de artillería simultáneamente en La Habana y Santiago de Cuba, donde inició la revolución que acabó derrocando al dictador Fulgencio Batista.
Las autoridades habilitaron tres salas en el Memorial en las que fueron colocadas respectivamente una imagen de Castro ataviado con su tradicional uniforme militar verde olivo, botas de combate, gorra, mochila y fusil al hombro. Debajo de cada foto había condecoraciones y flores blancas.
Las cenizas de Castro serán llevadas desde mañana y hasta el sábado a Santiago de Cuba, siguiendo un itinerario que rememora "La Caravana de la Libertad", el trayecto que hizo con otros revolucionarios en enero de 1959.
La ceremonia de inhumación se realizará el domingo en el cementerio de "Santa Ifigenia", de Santiago de Cuba.
Por su parte, la diezmada disidencia interna suspendió cualquier acto de repudio contra el dirigente por respeto al duelo nacional.