La escuela de fútbol que integra a niños con discapacidad en el deporte
INICIATIVA. Más de 250 pequeños y adolescentes, entre extranjeros, chilenos y discapacitados, son parte de la Escuela Formativa, fundada hace 8 años.
Decididas a que sus hijos con capacidades diferentes no volvieran a ser discriminados por su condición física o sicológica nunca más, dentro del fútbol, un grupo de jóvenes madres tomó la determinación de crear, hace ocho años, una Escuela Formativa de Fútbol, en Antofagasta.
Hoy, son más de 250 los niños y niñas -entre extranjeros, con discapacidad y sin discapacidad-, los que forman parte de la escuela que además de entregar todo lo necesario para crear futuros profesionales del balompié, entrega valores sobre la amistad, el respeto por los pares y la integración.
Para la presidenta de la escuela, Paula García, este proyecto deportivo vino a suplir una necesidad de realizar actividad física no sólo de los niños con discapacidad, sino también de los padres de aquellos niños, que vieron en la escuela, un lugar donde sus hijos eran tratados de manera completamente normal.
"Hace ocho años, junto a un grupo de mamitas con hijos con Asperger y Síndrome de Down, entre otros, tomamos la decisión de crear esta escuela para que nuestros hijos y los de otros padres pudieran realizar deporte. Mi hijo siempre quiso jugar, tenía cáncer, pero no podía porque otras escuelas no se lo permitían", precisó la presidenta de la institución.
Integración
Ocho años después, son más de 40 los niños con discapacidad (Asperguer, Síndrome de Down, autismo y distintos niveles de desarrollo cognitivo) los que forman parte de la escuela. También asisten 210 niños desde los 3 hasta los 25 años, donde la mitad de ellos tienen nacionalidad colombiana, peruana, boliviana y venezolana.
"Sabemos que el deporte es fundamental para que los chicos vayan por un camino distinto, mejor. Tenemos que pensar que estamos pasando por tiempos difíciles, en todo ámbito, y yo creo que no hay nada más sano que los chicos vengan a nuestra escuela a conocer y disfrutar el deporte, la vida sana, a socializar y sumar buenos valores a su vida", comentó García.
Y es que además de los profesores de educación física, kinesiólogos y nutricionistas -estos últimos practicantes de la Universidad Santo Tomas-, la escuela cuenta con sicólogos que ayudan al aprendizaje de valores como el respeto por los demás, la familia y los profesores.
"Como la mensualidad que requerimos es de sólo 10 mil pesos, les exigimos a los estudiantes, buenas notas y comportamiento, tanto fuera de la cancha como dentro de ella. Esos son los valores que creemos que cada niño debe aprender", concluyó la presidenta.
La escuela formativa se divide en tres establecimientos dentro de Antofagasta, el del lado norte, centro y sur. También existen becas para los niños más vulnerables.