Mabel González / Agencias
Horas después de que Alemania diera con el paradero del sospechoso del atentado en Berlín del lunes y lo abatiera en Milán, la canciller Angela Merkel adelantó ayer que su Gobierno adoptará rápidamente cambios "legales o políticos" si del análisis del ataque a la feria navideña, en el que murieron doce personas, se desprende que esto es necesario.
"Allí donde se vea la necesidad de cambios legales o políticos, el Gobierno alemán acordará rápidamente e implementará las medidas necesarias", aseguró la canciller tras confirmarse que el presunto autor del atentado, Anis Amri, fue abatido la madrugada de ayer en Milán (Italia) por la policía.
La jefa de Gobierno aseguró que se van a analizar "todos los aspectos" del caso, tanto el atentado en sí como su estancia en Alemania, y que espera que los ministerios de Interior y Justicia le presenten resultados "pronto".
La "máxima prioridad" de un Estado, subrayó la canciller, es garantizar la seguridad de los ciudadanos, por lo que el Gobierno debe "trabajar más y de forma más intensa".
Merkel advirtió, asimismo, que la amenaza terrorista persiste en su país pese a la muerte del presunto autor del ataque. "Podemos al término de esta semana sentirnos tranquilizados porque ha terminado un peligro agudo. Pero el peligro del terrorismo en su conjunto se mantiene, como desde hace años", indicó.
"una casualidad"
Anis Amri, el tunecino de 25 años sospechoso de cometer el atentado en la capital alemana, murió la madrugada de ayer durante un tiroteo en Milán. Con su muerte se abrieron las interrogantes sobre cuál era su destino o sus contactos en Italia.
Un control policial rutinario, una casualidad según las autoridades italianas, terminó con la vida del principal sospechoso.
El ministro del Interior italiano confirmó "sin duda" la identidad de Amri e informó que el tiroteo se produjo a las 03.00 locales en el barrio milanés de Sesto San Giovanni, cuando el sospechoso fue parado por la Policía nacional en un control de seguridad rutinario. La patrulla pidió los documentos al tunecino, que se encontraba solo en la explanada frente a la parada de metro de Sesto San Giovanni.
El jefe de policía de Milán, Antonio de Iesu, explicó que el tunecino hablaba italiano aunque con acento extranjero y que al pedirle los documentos extrajo de su mochila una pistola que llevaba cargada y abrió fuego contra uno de los dos agentes, que fue herido en un hombro.
El policía herido disparó contra Amri, quien intentó protegerse detrás de un auto, pero el otro agente lo alcanzó y le disparó alcanzándolo en un costado, lo que le produjo la muerte.
La policía alemana mantuvo ayer el pie en el acelerador de la investigación para determinar con la mayor celeridad si Amri contó con una red de apoyo.